"Otra mujer cubana que pone en evidencia la valentía de los hombres cubanos"
Por Francisco Sau Boíx.
Barcelona/ Mambí en A/ La Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) logró entrevistar después de sortear múltiples obstáculos a la Delegada del Poder Popular de la Circunscripción No 37 de Majibacoa, Las Tunas, Cuba. Sirley Ávila León, al contrario del servilismo al que está acostumbrado el pueblo cubano en general, acusa con despanpanante valentía al Consejo de Estado de Cuba, organismos administrativos y de gobierno, por la falta de escuelas para los niños en su zona y otras múltiples carencias.
Sirley Ávila, denuncia también que ha sido acusada de contrarrevolucionaria por altos dirigentes del Partido Comunista de Cuba, por sus exigencias y defensa del pueblo que la eligió, lo que supone no solo por su fidelidad y entrega al cargo que ocupa un compromiso para todos los "delegados populares" de la isla, sino además, y sobre todo, por ser mujer, en un país que por siglos se ha transmitido de generación en generación como parte inseparable de su idiosincracia, la valentía de los hombres.
Las declaraciones de Sirley Ávila también evidencian lo que todos los cubanos saben aunque no hagan nada al respecto, que el Poder Popular no es popular, sino más bien, el culto del servilismo popular al poder de la dinastía Castro.
La Delegada Sirley asegura que ya no confía ni cree en el régimen cubano, y que fue ella quien solicitó ayuda a la UNPACU para denunciar la verdad.
Los niños tienen que desplazarse más de 6 Kms para asistir a la escuela, por caminos de tierra y lodo, bajo lluvia, para estar a las 08:00 AM.
Sirley vendió vacas y caballos de su propiedad para poder gestionar ante el Consejo de Estado (con sus propios recursos), las exigencias de las necesidades de la comunidad que representa.
El hijo de Sirley es militar, y ella teme por su seguridad, las presiones sobre su familia han traido como consecuencia que se encuentra en estos momentos sola y apartada como si fuese portadora de una enfermedad contagiosa.
Declara Sirley que ella era "una revolucionaria ciega".
Se despide Sirley Ávila agradeciendo a José Daniel Ferrer, Coordinador General de la UNPACU, por haber accedido a realizarle la entrevista y poder mostrar al mundo las injusticias que sufre el pueblo cubano.
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