En los comienzos de la toma del poder por el Monarcastro II, de la Dictadura-Dinastía reinante en Cuba, la prensa internacional ávida de noticias sensacionalistas, se apresuró en publicar posibles cambios en Cuba, agregando en días posteriores las llamadas "autorizaciones" de ventas de artículos antes prohibidos, y que venían siendo como una quimera para el pueblo cubano, todo ésto, anunciándolo de manera bulliciosa y con clara euforia de júbilo, presagiando un posible cambio hacia la democracia.
Hoy, el Secretario del Consejo de Ministros, Carlos Lage, en la clausura de una reunión con los presidentes municipales y provinciales del Poder Popular, hace un llamamiento a enfrentar con energía las indisciplinas sociales.
Claro, la prensa internacional no ve ésta noticia, como una noticia sensacionalista, pues no es nueva, por lo que no se difunde, quedando el mundo sin conocer las noticias que más afectan a nuestro pueblo oprimido.
El pueblo comienza una vez más, a expresar su descontento con la Dictadura-Dinastía, de las únicas maneras y opciones que ésta le deja, ya que de todos los cubanos es sabido, que no hay libertad de expresión, no hay derecho a huelga, no hay derecho a nada que no autorice previamente la infame Dictadura-Dinastía.
Como si estuviésemos frente a un espejo, observamos en éstos mismos días una huelga de camioneros en España, protestando por la subida del combustible.
Camioneros que son dueños de sus camiones, que ven afectadas sus ganancias, que son libres, que tienen derecho a huelga, que tienen derecho a elegir si protestar o si permanecer callados.
Del otro lado del espejo, los cubanos, atrapados en otra dimensión, donde todo, es al revés.
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