Carlos Lage expresa ante la prensa internacional, en la inauguración de la XXVI edición de la Feria Internacional de La Habana, su esperanza de como debería ser el futuro presidente de los EEUU, expresando con ironía que desea que tenga un mínimo de inteligencia, que no sea alcohólico, y que no sea demente.
Por su parte Fidel Castro, en un artículo que publica hoy martes 4 de Noviembre, expresa que McCain es viejo, belicoso, inculto, poco inteligente y sin salud.
Ante todo me sorprende la coherencia de los artículos de Fidel Castro, pues hace mucho tiempo que no se expresa en público, dado que sus últimas apariciones estaban cargadas de incoherencias, mostrando la patología lógica de los achaques seniles de un anciano, o tal vez será, que un grupo dado escribe en nombre de Fidel, porque no se atreven a confiar el trabajo político frente al pueblo, a su hermano Raúl Castro, ¿por qué razones?, pues a veces para responder las incógnitas que nos planteamos, tenemos que analizar el conjunto de respuestas emocionales, donde psicológicamente se expresan las verdades ocultas de lo que a veces nos sucede, y que conscientes no nos atrevemos a expresar, y no deseamos que le suceda a otra persona, por tanto, si unimos las respuestas emocionales de Carlos Lage y Fidel Castro, tendríamos un perfil aproximado de lo que piensa el gobierno de Cuba, del actual presidente Raúl Castro, es decir, que tiene un mínimo de inteligencia, que es alcohólico, que es demente, que es viejo, belicoso, inculto, y sin salud.
Por otra parte, se debe señalar la esperanza que brinda la democracia, donde ciudadanos inclusive de otros países, alimentan sus esperanzas a costa de las democracias ajenas, es el caso de Cuba, donde todo el pueblo vive las elecciones del presidente de los EEUU, como si fuesen propias, inclusive hasta los propios dirigentes del gobierno. Un pueblo que ya no conoce el color de la esperanza, se aferra al mínimo incidente para darle un pequeño haz de luz, a la oscuridad en que se encuentran sumido bajo la Dinastía de los Castro.
Pero como la esperanza es lo último que se pierde, así sea negra, todos los cubanos tenemos la pequeña esperanza, de que algún día no muy lejano, puedan haber unas verdaderas elecciones en Cuba, democráticas, donde el pueblo pueda elegir entre varios candidatos, el mejor presidente, y por supuesto, que sea inteligente, que no sea demente, viejo, belicoso y sin salud.
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