Raúl Castro nombra a tres nuevos vicepresidentes del Consejo de Ministros a fin de profundizar su política de control en el gobierno, anunció este jueves una nota oficial.
Los nuevos vicepresidentes son tres viejos conocidos del Buró Político del Partido Comunista: Ramiro Valdés, de 76 años, ministro de Informática y Comunicaciones, Ulises Rosales del Toro, de 66 años, titular de Agricultura, y Jorge Luis Sierra, de 47 años, de la cartera de transporte.
Esto nos muestra de que Raúl Castro no pretende hacer ningún cambio, sino más bien, fortalecer las defensas para impedir que pueda haber un cambio, solo que no ha apreciado, que cada vez le quedan menos peones.
Pretender continuar con una partida de ajedrez cuando se tiene una plena desventaja en el juego, hace que la victoria del contrario sea más aplastante, y la derrota sea más vergonzosa. Por eso, los grandes maestros cuando se ven en una situación como ésta de evidente desventaja, sin posibilidad de una estrategia que pueda cambiar el desarrollo de la partida, abandonan, dando el triunfo al contrario, y haciendo la derrota menos amarga, ésta actitud da la posibilidad de perder con cierto prestigio, a diferencia de perder, desprestigiado.
Eso sí, los peones no los ha perdido como los más de dos millones de desaparecidos bajo el régimen de Pol Pot, el genocidio camboyano, por el cual fue creado en el 2006 un Tribunal internacional para llevar a cabo el juicio a los Jemeres Rojo en el 2007, y aún hoy día, continúa el proceso judicial. En el 1975 la población de Kampuchea era aproximadamente de 7 300 000 habitantes, y en el 1978, la población “decreció” hasta aproximadamente 4 700 000 – 5 500 000 habitantes.
Hoy sabemos que fuera del territorio de Cuba viven aproximadamente más de dos millones de cubanos, las cifras entre Cuba y la Camboya de Pol Pot se asemejan, el color de los partidos es el mismo, la diferencia es que Pol Pot cometió un genocidio, asesinando y torturando físicamente, y Fidel Castro y su Dinastía, han cometido un genocidio psíquico, separando a familias de por vida, condenando a todos los cubanos que salen de Cuba al destierro, y continúan y continuarán saliendo, como es el caso más reciente del boxeador cubano Rigondeaux, que sufría la tortura psicológica de la marginación, fue la propia Dinastía de los Castro quien obligó a Rigondeaux a salir de Cuba, fue la propia Dinastía de los Castro quien obligó a los más de dos millones de cubanos al destierro de por vida, cometiendo genocidio psicológico.
Este nuevo tipo de genocidio desconocido para el mundo, puede que parezca menos doloroso, pues las personas siguen vivas físicamente, pero con las generaciones que mueren fuera de su país natal, mueren las culturas, mueren las raíces, esas muertes son tan infames como las muertes físicas, pues no se pueden recuperar generaciones enteras, generaciones consumidas en el tiempo, las generaciones fruto de las generaciones desterradas, adquieren la cultura del país donde viven.
El pueblo cubano, ha tomado conciencia de que la solución no es abandonar Cuba, y empieza a mover fichas importantes para tratar de ganar una partida, que cada vez se le pone más difícil a la Dinastía de los Castro, el llamado al diálogo nacional entre todos los cubanos, la presión de la juventud, y todos los peones en acción, hacen que el Jaque Mate al Reúl, sea inminente.
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