Como el magma que provoca las erupciones volcánicas, así aumentan las protestas de los cubanos que alrededor de todo el mundo se manifiestan en contra de la Dinastía de los Castro, y mientras más temperatura gana el magma, más se estremece el régimen que lo contiene.
No solo protestan los cubanos fuera de Cuba, en tierra de libertades, sino inclusive, y por supuesto que con mucho más mérito, dentro del territorio nacional, como es el reciente caso de la protesta llevada a cabo por iniciativa de la ilegal Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR), en contra de la dualidad monetaria, que hace al yugo esclavista, más humillante y vergonzoso.
La manifestación de Madrid, secundada por la de Barcelona, levantó la temperatura que ha contagiado a los millones de cubanos alrededor de todo el mundo, llegando a Nueva York con la misma fuerza, y deseando todos los cubanos, que la temperatura continúe subiendo y contagiando, a las muchas de ciudades y territorios, donde residen cubanos.
Todos los cubanos se preguntan: ¿qué pasa con Miami?, considerada la segunda Cuba por el exilio cubano, esperan y ansían, que la próxima manifestación sea realizada en Miami, y por supuesto, con el respaldo que merece por los muchos de cubanos que ahí viven.
Quien dude de la efectividad de un pueblo unido, de las manifestaciones pacíficas, solo le bastará mirar los recientes descalabros acaecidos en el Consejo de Estado y de Ministros de Cuba.
La presión popular cubana, desde fuera y dentro, ha calentado la tierra haciendo temblar y caer las primeras piedras. Debemos continuar unidos, aumentando la temperatura, hasta que surja el volcán por donde todo el pueblo unido salga, y respire el aire de libertad que se nos niega desde hace medio siglo.
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