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jueves, 2 de julio de 2009

Carta de Yenisel, hija del prisionero Antonio Ramón Díaz Sánchez



 

Hola, mi nombre es Yenysel Díaz Sánchez hija del prisionero de
conciencia Antonio Ramón Díaz Sánchez (Tony), encarcelado en la ola
represiva  de la Primavera Negra de Cuba en marzo del 2003. Mi padre
es uno de los primeros  Coordinadores del Movimiento Cristiano
Liberación. Junto a Oswaldo Payá entregó las primeras firmas del
Proyecto Varela, dando así una esperanza al pueblo cubano de cambios
pacíficos en la isla. Como recompensa el gobierno lo condenó a 20
años confinándolo en una prisión a más de 700 kilómetros de su
hogar.


Ocho meses atrás fue trasladado al Hospital Militar presentando una
crisis de una colitis ulcerativa idiopática adquirida en la prisión
por las condiciones precarias que presentan. Durante estos meses la
seguridad del estado propuso a mi familia que si mi padre vestía el
uniforme de preso común, es decir de criminal,  sería trasladado a una
prisión cercana de la casa con un mejor régimen. Como mi padre no
aceptó este chantaje, le castigan enviándole a una prisión situada a
unos 500 kilómetros de su casa (Canaleta, Ciego de Ávila).


Lo más preocupante de ésta situación es en las condiciones precarias
que se encuentra, en una celda que tiene dimensiones de una jaula, con
un hueco para las necesidades y una losa que sirve de cama, en medio
de la oscuridad y humedad permanentes y sin ninguna comunicación al
exterior, teniendo además una alimentación de campo de concentración,
sin importar la dieta prescripta por los médicos. Esta situación de
confinamiento en condiciones inhumanas, que daña su salud y le causa
dolor y malestar permanente, es la tortura física y psicológica con
que se castiga a un ser humano, que solo está defendiendo su dignidad
en condiciones de total desventaja física pero con toda la razón
moral.


De éste hecho ya hace  un mes y no hemos tenido noticias de mi padre,
no sabemos si está vivo o muerto, ya que no le permiten visitas ni
llamadas.


Le pido en nombre de mi hermana Lazara Massiel Díaz Sánchez de solo 10 años de edad, a todas las personas de Buena Voluntad, que no dejen morir a nuestro padre en las mazmorras de las cárceles cubanas por personas que no son capaces de respetar los derechos de un hombre, que ha dedicado su vida a defender los derechos humanos de todo un pueblo.


Muchas gracias por su consideración.


    Hello, my name is Yenysel Díaz Sánchez, daughter of Antonio Díaz
Sánchez (Tony), a prisoner of conscience in Cuba. My father was
imprisoned during the repressive wave known as the Black Spring of
Cuba during March 2003. He is one of the original coordinators of the
Liberation Christian Movement (Movimiento Cristiano Liberación). Tony,
Oswaldo Payá Sardiñas, and Regis Iglesias Ramírez were the individuals
responsible for submitting to the Cuban National Assembly the
signatures collected as part of the Varela project. This act of
courage, which took place in May 2002, gave the Cuban people a glimmer
of hope that a peaceful transition to democracy would be possible on
the island. As a reward, the Cuban government condemned Tony to 20
years in prison in a facility located more than 700 km from his home.
Eight months ago, Tony was transferred to the Carlos J. Finlay
Military Hospital (located in the city of Havana and less than a mile
from his house) for treatment of a case of ulcerative colitis
contracted as a consequence of the precarious conditions of his
confinement. In the last few months, Cuban State Security officials
informed my father that, should he agree to wear the uniform of a
common criminal, he'd be transferred to a nearby prison with better
living conditions. As my father was unwilling to submit to this
blackmail, he was punished by being sent instead to Canaleta prison in
Ciego de Ávila prison (500 km from his home).

The most worrisome aspect of this situation are the deplorable
conditions of Tony's confinement. He has been placed in a humid
punishment cell with the dimensions of a cage and with a hole for his
basic bodily functions. He has a slab for a bed and doesn't get enough
light. Tony has no communication with the outside world and is subject
to what can be described best as a concentration camp
diet--notwithstanding the strict diet prescribed by the doctors. The
inhumane nature of Tony's imprisonment is the source of his
deteriorating health and chronic pain and discomfort. It is both
physical and psychological torture, inflicted on an individual for
attempting to defend his human dignity under the most disadvantageous
of circumstances. It has been 25 days since my father was transferred
to Canaleta and his family has received no news of his current status.
The Cuban government has canceled all family visits. We have no idea
whether he is dead or alive. I ask all persons of good faith, on my
behalf of my ten-year sister Lázara Massiel Díaz Sánchez, to prevent
the death of our father in a Cuban dungeon at the hands of persons
incapable of respecting the rights of a man that has dedicated his
life to the defense of the human rights of an entire nation. Thank you
for your consideration.



--
YDS


 

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