Por: Roberto de Jesús Guerra Pérez, Periodista Independiente, Director del Centro de Información Hablemos Press (CIHPRESS) y Vice-presidente primero del Consejo de Relatores de D.H en Cuba.
Señor Ernesto no se qué cosa, pues no se identifica claramente. Dando respuesta a su crítica constructiva le digo: lo importante es abordar los problemas que tenemos actualmente y ver el lado crítico, hasta donde nos perjudica y que soluciones podemos encontrarles. Nuestro apóstol José Martí dijo: "La palabra es para decir la verdad y no para encubrirla", por lo tanto la noticia debe de ser crítica y buscar la raíz del problema.
Aunque no pasé cinco años estudiando la carrera de Licenciatura en Periodismo en mi país (CUBA) como me aclara, si hubiera sido así no gastaría un minuto de mi preciado tiempo mintiéndole al pueblo cubano que tanto ha sufrido y sufren desde hace 50 años las envestidas de los tiranos que llegaron al poder por la fuerza y se han mantenido ahí por la represión.
Soy un periodista independiente y mi nombre es Roberto de Jesús Guerra Pérez, así me identifico en cada nota que doy, sea buena o mala, al menos tengo el valor de denunciar las violaciones cometidas por las autoridades cubanas, que ocultan los medios de prensa oficiales al pueblo y al mundo. He hecho valiosos intentos por superarme y cada día escribir mejor, pues soy un joven campesino que nació en la cuna de su "Revolución", en Cinco Palmas, Media Luna, provincia Granma, allí donde decenas de campesinos dieron sus vidas a cambio de las promesas que el convaleciente Fidel Castro les hizo, y hoy hay tanta pobreza que el Arco Iris sale en Blanco y Negro y donde todavía reina el oscurantismo.
Me he formado con la ayuda de verdaderos patriotas que quieren que el mundo conozca la verdad de lo que sucede en nuestro país, ya que sus gobernantes manipulan y mantienen controlada la información dando una imagen de que aquí no sucede nada.
Al parecer, si usted pasó cinco años estudiando la carrera de Licenciatura en Periodismo, deberían al menos tener ética profesional y como dijo Martí: "La palabra es para decir la verdad y no para encubrirla", de lo contrario cállese y continúen obedeciendo las órdenes de sus jefes. Siga mintiéndole al pueblo cubano que muy orgulloso se debe de sentir de oírlo hablar en la televisión donde hay de todo o en una emisora de radio o donde trabaje. Continúe hablando de esos logros que usted dice…
¿A? Mi colega me pide que le aclare algo. Cuando me habla de la construcción de miles de casas a lo largo de las 5 décadas de dictadura, no dedicas ni una línea a hablar de las miles de familias que viven en albergues hace 25 y 30 años, de los desalojados, de los que aun viven en bohíos con piso de tierra, sin electricidad y agua potable, de los niños que no tienen en las mañanas un vaso de leche o un trozo de pan que llevarse a la boca por habérsele quitado a los 7 años de edad, o de las madres que sufren por tener a sus hijos presos por delitos que no debieran contemplarse en un Código Penal, de las miles de familias que viven en estado de hacinamiento en sus hogares, de los jóvenes que no tienen más que prostituirse para poder vestir o huir de ésta maravillosa isla convertida en un aren de los que la gobiernan. No dedica ni una línea para hablar del transporte público, en la que decenas de trabajadores pierden cada 10 años, uno de su vida esperando un transporte, de las casi 300 prisiones diseminadas por toda la isla en la que los hombres languidecen y son violados sus derechos, de la represión contra el pueblo que lucha por sobrevivir, del estado de los hospitales y la falta de medicamentos, de la mala alimentación de la población en general. Cincuenta años comiendo picadillo de soya podrido y ahora marabú. Esto es para ponerle ejemplo, pues no me alcanzarían las hojas del Word de mi laptop para continuar escribiendo de lo que usted ya conoce y se hace el ciego al no ser que sea un niñito de papá…
A mí nadie me paga por decir la verdad, de hecho a usted si le pagan por decir y apoyar la mentira.
Se despide deseándole todo el bienestar del mundo, Roberto de Jesús Guerra Pérez.
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