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jueves, 24 de septiembre de 2009

CONCIERTO MUDO POR LA PAZ


 REUTERS

 
 

'Hubo una verdad que fue silenciada en las bocinas y en el ambiente. Esa verdad es que vivimos en un país sin libertad', dijo en un comunicado Payá, del Movimiento Cristiano Liberación.

Muchas tensiones, muchos sueños, creo que buena voluntad en los que lo organizaron, Juanes, Olga y Bosé. Se evidenció lo mismo en los muchos jóvenes cubanos que buscando lo nuevo y lo diferente y deseando cantar a la paz, estaban allí.

Quizás hubo más euforia que contenido, en cuanto al tema de la paz me refiero. Pero brotaba el deseo de vivir intensamente ese momento tanto por visitantes y artistas del patio en el escenario, como también en el público. No aspiro a hacer balance, ni crónica y mucho menos juicio de intensiones de los que organizaron y participaron en el evento. Todos merecen respeto.

Desde el principio consideré que no era justo que se estuvieran encuestando a ciudadanos y a prisioneros políticos para que se definieran a favor o en contra de este concierto. Creo y lo repito, que en Cuba hay muchos luchadores por la  paz en prisión, cada uno tiene su nombre, y que es a los que están libres cantando a la paz, a los que corresponde definirse y demandar la liberación de sus colegas.

Algo fue evidente, todos o casi todos hicieron un esfuerzo bajo mucha tensión por no decir lo que pudiera molestar a otra parte. Pero hacer sólo eso es injusto planteamiento del asunto. Porque si bien por amor se puede limitar la expresión, el amor debe realizarse en la verdad y el pueblo de Cuba merece la verdad.  La verdad no es monopolio de nadie y todos debemos buscarla. Pero hubo una verdad que fue silenciada en las bocinas y en el ambiente. Esa verdad  es  que  vivimos en un país sin libertad. Y entonces ocurre aquí como cuando un preso sale de pase y aunque el carcelero no diga nada todos saben que: "terminó el espectáculo, vuelvan nuevamente tras las rejas".   

Si bien respetamos a todos, no podemos dejar de alertar sobre el peligro de que este evento, aunque no sea la intención de los que lo organizaron, dio paso a un fraude sobre la realidad cubana.

Un acto donde se silencia esa realidad, ciertamente no es un acto liberador. La liberación integral se hace desde el amor en la verdad, que motiva la búsqueda de la justicia, de los derechos para todos, de la reconciliación, de la fraternidad e inconfundiblemente de la libertad.

El concierto pasó, y no debe dividirnos, sino que la determinación de ser libres y el amor a Cuba debe unirnos.

Fue triste cuando casi todos gritaban:  

¡Viva Cuba!

Como dejando entre dientes, cortando la frase justa, la frase digna, la frase valiente, la frase liberadora que nace de nuestra historia,  pero que es la frase todavía retenida en el alma del pueblo, aun cautivo, porque aun se impone la cultura del miedo. Hasta un día, tengo fe en que  próximo,  en que esa frase brotará como torrente.


 

Nadie diga solamente: ¡Viva Cuba!


 

Porque Cuba vive, pero vive en cadenas.


 

…y en cadenas vivir es vivir,

en afrentas y oprobios  sumidos…

Por eso si van a gritar viva Cuba, griten

¡Que Viva Cuba Libre!


 

Oswaldo José Payá Sardiñas

Movimiento Cristiano Liberación

La Habana, 20 de Septiembre de 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy objetivo el análisis de Payá,convence cuando dice que fue un pase para un preso,aquí notamos la diferencia entre el luchador y el hombre común.El luchador quiere llegar a la raíz,el hombre común se conforma con un rato de sombra

rafael