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domingo, 25 de octubre de 2009

Carta a Miguel Ángel Moratinos

Foto: Maritza Castro

Ciudad Habana, 20 de octubre de 2009. 

Excelentísimo SR. Miguel Ángel Moratinos.

 
 

Con todo el respeto, quisiera que atendiera mi llamado.

Yo soy una cubana que desea la democracia para mi patria, y por tal razón, me violan todos los derechos de vida.

 
 

Mis raíces de padre y madre son españolas, mi abuelo vino a Cuba con el ejército español, me duele mucho, porque no sé cuantos cubanos murieron en sus manos. No puedo juzgarlo, ya Dios juzgará a todos los hombres en este mundo, que vean tanta injusticia y pasen ignoradas para todo hombre en todas las épocas. 

Yo soy de apellido Castro, por tal razón, fui a buscar mi árbol genealógico como todos los cubanos en estos momentos de desesperación que vive esta Isla. Y como tengo el apellido del ex presidente de este país, me dicen que olvide mis antepasados. Yo NACI CUBANA Y ME MUERO SIENDO CUBANA.

Si pretendí salir de mi país es como refugiada, por ser perseguida, que es un derecho que me da la Declaración de los Derechos Humanos, en su artículo 14.

En su país hay muchos cubanos obligados que añoran su patria y no pueden regresar por sus ideas, ejemplo la Sra. Blanca, esposa del poeta Raúl Rivero que tuvieron que marchar para España, sin querer abandonar la isla. 

Como usted sabrá, espiritualmente todos los cubanos en el exilio están con nosotros y eso nos da valor. Un día quisiera conocer su país y la patria de mis abuelos, pero no con una ciudadanía española. Cada cubano está buscándola como vía de escapar de sus problemas económicos y de libertad.

Usted conoce la Historia de Franco, yo conozco la de Castro. Me honro de mi apellido, porque mi papá era un Castro verdaderamente honrado, que tuvo que emigrar porque no resistía a los Castros. Murió en el exilio añorando su patria, yo voy a morir en Cuba, con todo lo que le cueste a mi familia. Pero quisiera que usted lleve para su país una idea de la Cuba verdadera, que interceda por los presos políticos, encarcelados entre rejas y por los jóvenes como mis hijos que caminan por las calles de Cuba aparentemente libre, porque no hay rejas de hierro por el periodo especial, para rodearla completa, es una reja invisible de humanos que está presente para todos los que se oponen al Gobierno. 

Mis hijos necesitan asilo político en cualquier país del mundo, que cumpla con la Declaración de los Derechos Humanos, en su Art.14. Sé del maltrato y la injusticia que pasan cada uno de los presos políticos en mi país por ver una democracia, y por mi lucha corro igual riesgo, pero no quiero eso para mis dos hijos jóvenes, honrados y con capacidad intelectual, para ser hombres de bien, pero libres.

No pueden vivir por ahora en Cuba hasta que no haya democracia, ellos desean borrar mi historia. Soy libre, porque era esclava del Comunismo. Me liberé hace 20 años y me siento que nací de nuevo.

Trabajé en el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, durante 7 años, en la Santa Sede como decíamos los trabajadores. 

Hace 20 años rompí todo vínculo con el gobierno, que me ha costado, rejas invisibles a mí alrededor insoportable de llevar.

Por eso quiero para mis hijos "LIBERTAD".

Saludos Fraternales Maritza Castro.

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