A la lamentable situación de más de 200 presos de conciencia y la sistemática violación de los derechos humanos en la isla, se suma ahora el regreso de los tristemente célebres “mítines de repudio” contra disidentes y blogueros independientes. Y mientras esto sucede, la política española hacia Cuba ha pospuesto el diálogo con la sociedad civil y la defensa de las libertades fundamentales, reduciendo las relaciones con la isla a los vínculos comerciales y oficiales con el gobierno castrista.
Quienes vivimos en sociedades democráticas no podemos dejar de protestar ante estos hechos. Es nuestro deber mostrar un mínimo de solidaridad con las personas que en Cuba han salido valientemente a la calle a defender sus derechos, que son también los nuestros como cubanos, deseosos de un cambio político y un mejor destino para nuestro país.
Por todo ello, bajo el lema CUBA: CAMBIO YA; NO MÁS REPRESIÓN un grupo de exiliados cubanos hemos decidido convocar una manifestación pacífica ante el Consulado cubano en Barcelona (Paseo de Gracia, 34), el próximo sábado 5 de diciembre, a las 12 del día. Esta iniciativa se suma al “Maratón Internacional por los Derechos Humanos en Cuba” que bajo el lema “Por Ellos. Por Todos. Derechos Humanos en Cuba” ha convocado a protestas para ese mismo día en más de 10 ciudades.
El día 5 leeremos también una carta abierta al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidiéndole que apoye las voces disidentes en Cuba y exija al gobierno de Raúl Castro el cumplimiento de los DD HH y los principios democráticos más elementales.
CARTA ABIERTA A JOSÉ LUÍS RODRÍGUEZ ZAPATERO
Señor Presidente:
Muchos ciudadanos cubanos, españoles y de todo el mundo observamos con alarma el aumento de la represión en Cuba, país que lleva más de cincuenta años sin celebrar elecciones democráticas.
Observamos también cómo la política española hacia Cuba ha pospuesto el diálogo con la sociedad civil y la defensa de los derechos humanos, reduciendo las relaciones con la isla a los vínculos oficiales con el gobierno. Hace unas semanas, mientras el canciller Moratinos se reunía con Raúl Castro, un grupo de opositores pacíficos encabezados por Vladimiro Roca y Martha Beatriz Roque estaba siendo acosado por turbas gubernamentales. Y en estos días, los blogueros Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Claudia Cadelo, Orlando Luis Pardo, Eugenio Leal y otros que reflejan en sus bitácoras visiones críticas sobre la realidad cubana han sido detenidos, golpeados e intimidados sin que el gobierno español haya dicho una sola palabra. No necesitamos recordarle, además, que en cárceles cubanas hay ya más de 200 presos por delitos de opinión.
Quienes creemos en las virtudes de la democracia estamos muy preocupados por este repunte de la violencia y el regreso de los tristemente célebres “mítines de repudio”. Por ello, solicitamos al gobierno español el apoyo explícito a las voces disidentes y un firme compromiso con los principios democráticos, cuyo cumplimiento debe ser exigido al gobierno de Cuba.
Un gobierno que hace gala de sensibilidad hacia las víctimas de la dictadura franquista y que ha promovido una Ley de Memoria Histórica cuyo objetivo es la reparación moral de esas víctimas, no puede abstenerse de denunciar las continuas violaciones de la Carta Universal de Derechos Humanos en el caso de Cuba. En la isla, además, sí podemos evitar que aumente el número de ciudadanos avasallados por la represión totalitaria.
En estos días, que se cumplen veinte años de la caída del Muro de Berlín, la prensa ha destacado el papel positivo que jugaron en su día diferentes estados y líderes políticos, y se ha resaltado el rol del entonces presidente español Felipe González. A los demócratas cubanos también nos alegraría poder decir que el actual presidente de España jugó un papel importante en la inaplazable transición cubana.
*Esta carta es una iniciativa de CUBA CAMBIO YA, un grupo de exiliados cubanos residentes en España e interesados en la defensa de los DD HH y las libertades fundamentales en la isla. CUBA CAMBIO YA no está promovida por ningún partido, gobierno ni institución.
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