En la Embajada de Brasil actualmente hay 23 personas. Zelaya ha enfrentado las deserciones de países, periodistas y dirigentes afines a su causa.
Tegucigalpa, Honduras.
Lo que era un secreto a voces entre la resistencia zelayista, golpeada en los últimos días por las deserciones y por la retirada del apoyo internacional, ayer comenzó a ser noticia a nivel mundial.
El ex presidente Manuel Zelaya, quien fue expulsado del poder el 28 de junio por violar la ley y la Constitución, estaría pensando en un exilio en Nicaragua, tras su fallido intento de retomar el poder.
Zelaya entró al país el pasado 21 de septiembre con la ayuda de los gobiernos de El Salvador, Nicaragua, Brasil y Venezuela. Estados Unidos responsabilizó a estos gobiernos por la violencia que se generara.
Desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, Zelaya hizo llamados a la violencia con el afán de ser restituido en el poder.
"Patria, restitución o muerte", dijo Zelaya ante unos 5,000 seguidores (esperaban medio millón de personas).
El plan de sitiar la ciudad falló ante la efectiva operación policial. Algunos vándalos zelayistas aprovecharon el desorden para saquear supermercados y negocios de electrodomésticos.
Según publica el diario O Estado de Sao Paulo, "Zelaya piensa en la posibilidad de salir de la Embajada brasileña en Tegucigalpa para exiliarse".
La información es acreditada a un colaborador que habló desde el anonimato. De acuerdo a esa fuente, Zelaya saldría hacia Nicaragua el 27 de enero, cuando se termine el mandato constitucional de Roberto Micheletti y asuma un nuevo gobierno.
"Brasil no es una opción de exilio porque está lejos de Honduras y es un destino caro", dijo la fuente al periódico.
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