Fotos: Carlos Serpa Maceira, foto tomada minutos después de que fuera golpeado el 10 de diciembre. Raúl Parada Ramírez, luego de ser liberado, Aini Martin Valero y Mario Echeverría Drid. Fotos de Roberto Guerra.
Barcelona, 11 de diciembre de 2009/ Mambí en A/ Luego de que en noviembre la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), emitió un comunicado sobre la represión que hay en Cuba contra los periodistas, esta aumentó. También un preso común fue llevado a celdas de castigo por haber denunciado corrupción y tráfico de drogas en la prisión Canaletas en Ciego de Ávila.
Jorge Moliné Tapia, fue llevado a las celdas de castigo la semana pasada. Tras ser advertido por el oficial de la seguridad Roque, que si daba a conocer a la prensa independiente el hecho, sería llevado a los calabozos, dijo Sergio Chacón de los Reyes, un preso común, el lunes en una llamada telefónica.
A principio de noviembre, Moliné Tapia denunció ante la fiscalía militar que una decena de guardias vendían horas de visitas familiares, prematrimoniales, alcohol, drogas y objetos punzantes dentro del penal.
En la isla, según reportes a esta agencia, decenas de presos políticos han sido llevados al castigo por acusar a las autoridades sobre hechos de corrupción en sus filas.
Jorge Moliné dijo en un contacto telefónico antes de que lo llevaran para las celdas, que se encuentran bajo investigación en el Departamento Técnico de Investigación en Ciego de Ávila, varios guardias, entre ellos el jefe de orden interior Manuel Marín, y el reeducador Rodolfo González. Estos militares introducían la mercancía en cubetas de sancocho al penal de Canaletas. También reclusos involucrados en vender la mercancía se encuentran detenidos en el DTI.
Para muchos activistas de derechos humanos, desde que Raúl Castro tomó el poder cedido por su hermano, el tema de la represión contra los periodistas y comunicadores no ha cesado.
Ejercer el periodismo en Cuba cada día se torna más peligroso. La falta de libertades para ejercerlo ha traspasado el límite, dijo Mario Echeverría Drid, quien fue arrestado el 1º de diciembre. La policía política lo detuvo en el parque Fe del Valle en la capital “por realizar entrevistas a enfermos de SIDA”.
El día 2, Jorge Alberto Liriano Linares, preso político, fue confinado en celdas de castigo por denunciar violaciones a los derechos humanos desde Cerámica Roja, una prisión Camagüeyana.
El 10 de diciembre, día en que se celebra en el mundo la fundación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el periodista Carlos Serpa Maceira, recibió golpes con lesiones en el rostro y los brazos, cuando cubría una marcha de las Damas de Blanco en un recorrido por la calle Neptuno. Carlos Serpa le fue quitado por la fuerza el teléfono celular y una grabadora, al resistirse a entregarle estos medio a los servidores del régimen fue golpeado violentamente y tuvo que huir para salvar su vida.
Raúl Parada Ramírez, corresponsal de Hablemos Press en la capital, fue arrestado el pasado 23 de noviembre y golpeado por oficiales de la seguridad cuando cubría una actividad de la oposición en el reparto Río Verde, en Boyeros, Ciudad Habana. Raúl Parada fue liberado 3 días después de su arresto.
En la isla no se vislumbran cambios en la política de Raúl Castro, al contrario, la cifra de periodistas presos aumentó a 27 en este año. También unos 40 activistas de derechos humanos y opositores han sido encarcelados.
Todos los medios de comunicación en Cuba permanecen en manos del régimen y publican lo que le convienen. El control gubernamental de los medios tergiversa la información a su antojo y le hace creer al mundo que en la isla no sucede nada, y que se vive en una democracia participativa.
Pero la violencia desatada por las autoridades contra los opositores, disidentes y quienes ejercen la labor periodística, se torna cada vez más violenta y agresiva. Cada día son más los reprimidos y encarcelados. No solo quienes disienten, sino la población y principalmente la juventud. Ver lista de jóvenes condenados por peligrosidad social.
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