La cumbre del ALBA dio comienzo en la capital de Cuba, La Habana, en medio de la intensa represión que ha desatado el gobierno de Cuba contra un pueblo que después de medio siglo de opresión intenta decir ¡BASTA YA!
Después de que Yoani Sánchez fuese secuestrada, maniatada y golpeada por agentes de la policía política que se negaron a identificarse, vestidos de civil y en un coche no oficial, pensábamos que había sido el último episodio de la represión no pensada, si se tiene en cuenta que en Cuba no hay grupos mafiosos al que se le pueda achacar un secuestro express, y mucho menos, un ajuste de cuentas, dado el historial conocido de nuestra insigne bloguera. No obstante, no hay investigación, ni mucho menos habrá castigo, para quienes cumplieron tan sucia y cobarde encomienda.
Días más tarde, el mundo pudo presenciar otro hecho de violencia emanado por el Comunismo Dinástico que intenta permanecer en el poder en contra de la voluntad de todo un pueblo.
Reinaldo Escobar, esposo de Yoani Sánchez, casi es linchado en público en una escena dantesca, en la que solo faltaron las indumentarias de tribus caníbales, para completar la imagen del ritual en que el elegido es sacrificado para contentar a un DIOS, y evitar así que su ira caiga con furia sobre el resto del poblado.
Si estos dos episodios dejaron atónito al mundo, inclusive al acostumbrado pueblo cubano, el episodio donde son vilipendiadas y golpeadas Las Damas de Blanco, es una imagen que recuerda a las masacres despiadadas que el Imperio Mongol bajo el mando de Gengis Kan, infringía a los pueblos que tomaba, sometiéndolos a la más cruel esclavitud.
Ahora estamos tristemente convencidos, no solo los cubanos, sino el mundo, que podemos esperar seguir viendo episodios absurdos e increíbles en pleno siglo XXI, protagonizados y editados por el gobierno comunista y dinástico de Cuba, sobre todo, con el apoyo de la producción, todo un equipo bajo el nombre del ALBA.
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