Por: Martha Beatriz Roque Cabello.
El pasado miércoles 9 de diciembre, el periódico Granma publicó un artículo titulado: Sobre los Derechos Humanos en Cuba. Un tiro fallido por el flanco equivocado, bajo la firma de Pedro de la Hoz. Acompañando al artículo había un “Mensaje desde Cuba a los intelectuales y artistas afronorteamericanos”.
Y es que no podían haber publicado solamente el Mensaje, ya que el pueblo no sabría que estaban contestando así pasa muchas veces, y es necesario dar una aclaración inicial, pues la desinformación del cubano, con pocas excepciones, es total. El gobierno utiliza esto para manipular, a su favor, cualquier tipo de noticia que presente.
Prueba de ello es que el pasado 11 de octubre el Noticiero Nacional de Televisión, en su segunda emisión a las 8 de la noche, pasó un reportaje sobre las Damas de Blanco, en el cual insertaban vistas de otras crónicas, inclusive de años anteriores. En ningún momento se planteó que la actividad que se reportaba era por el día de los Derechos Humanos, por el contrario, como acostumbran a decir “es una provocación”, y allí no había policías, sólo el pueblo, repetido una y otra vez.
Una vecina, militante del Partido Comunista, con bastante nivel cultural y político, con sendos cargos en el Comité de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas, dio una explicación en voz alta a un grupo de personas del barrio, de lo que entendió de aquel entuerto televisivo: “Parece que Martha Beatriz le dio 2400 dólares a las mujeres esas para que salieran a la calle, pero debían ser 18 y solo fueron 3, las otras se cogieron el dinero”.
Dentro de los “mercenarios” que aparecieron en el video televisado el día 11, estaba el negro Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, el que dirigió recientemente una carta al presidente Raúl Castro, precisamente sobre el hostigamiento que recibe constantemente. Se puede decir que en un porciento alto de los días de este año ha estado preso, después de ser golpeado, él y su esposa, también de la raza negra, y en otras ocasiones permanece con la casa rodeada y no le permiten salir, ni para adquirir alimentos. ¿Dónde están los derechos civiles de Antúnez, y qué va a hacer el mundo democrático al respecto?
¡Claro, eso no lo dice el Mensaje de los intelectuales! Sin embargo, plantea que: “La política de Cuba contra cualquier tipo de discriminación y a favor de la igualdad tiene respaldo constitucional y se expresa en los capítulos de la Carta Magna que se refieren a los fundamentos políticos, sociales y económicos del Estado, y a los derechos, deberes y garantías de sus ciudadanos”. Pero los firmantes no leyeron el Artículo 62, que coarta estos “supuestos” derechos, cuando expresa: “Ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra la existencia y fines del Estado socialista, ni contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo. La infracción de este principio es punible”. Que traducido a la realidad, quiere decir que el que no apoye al gobierno no tiene derechos.
¿Qué ciudadano se ve respaldado en Cuba por la Constitución? En primer lugar, porque restringe sus libertades, al decir que solo puede haber un partido político y que el socialismo es irrevocable ¿dónde está la democracia? O lo que es lo mismo, el gobierno del pueblo.
Pero menos creíble aún, es lo que continúan diciendo los intelectuales cubanos que escribieron el Mensaje, sobre los derechos del pueblo: “Los derechos constitucionales, así como los mecanismos y medios para hacerlos efectivos y restablecer la legalidad ante cualquier violación de estos, se garantizan mediante una muy precisa legislación complementaria”.
Y ¿dónde están las respuestas a las quejas que han elevado los familiares de los presos políticos que han sido golpeados y que son maltratados en las prisiones? En particular la de los negros. Hay unos cuantos ejemplos, baste con conocer la historia de Orlando Zapata Tamayo, por solo mencionar uno, quizás el más vilipendiado.
Y ¿dónde está la respuesta a la acusación de prevaricación que se le hizo al Fiscal General de la República, por encubrir delitos -que incluso están contemplados en la Constitución- cometidos por los miembros del programa televisivo “La Mesa Redonda”, en el que están involucrados altos oficiales del Ministerio del Interior y funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores?
Los afronorteamericanos que hicieron la Declaración en apoyo de la lucha por los Derechos Civiles en Cuba, deberían pedir ser invitados a la Isla, para que puedan comprobar si es cierto lo que dice el gobierno. Se podrían dirigir a las universidades, para que en un estudio puedan apreciar que tiende a cero, la probabilidad de que diez de cada cien estudiantes de ese nivel sean negros, para estar acorde con los resultados del último Censo de Población. Sin embargo, si visitaran las prisiones -sería un número conservador- el que pudieran apreciar un 75% de la población penal negra.
Echar un vistazo a la gerontocracia que nos dirige, permite apreciar que los negros a ese nivel están posiblemente contados –y sobra- con los dedos de una sola mano.
Pero la discriminación racial es aún menor que la discriminación política, la propia dirección del país se encarga de decir en sus discursos, en contra de lo establecido en la Constitución, que las calles son de los revolucionarios, las universidades son de los revolucionarios, y un largo etcétera, ¿dónde están los derechos de los demás?
Los diez firmantes del Mensaje, ciertamente son dignos de lástima, porque no tienen el privilegio de poder escribir y decir lo que piensan, como lo hacen los valientes negros disidentes, a pesar de las golpizas, el hostigamiento y la represión. Ellos solo pueden firmar lo que otros escriben, y hablar con el lenguaje desgastado del gobierno, para mantenerse en la zurumba, como dicen los salvadoreños, con los oídos taponados.
Ciudad de La Habana, 14 de diciembre de 2009.
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