Por Martha Beatriz Roque Cabello
Hay tantos problemas burocráticos y de criterios a diferentes niveles, que entorpecen la producción de algunos bienes y servicios. En particular el pasado 8 de enero de 2010, el periódico Granma, Órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publicó una carta firmada por G. Martínez Sifontes, del municipio Minas (ubicado en la provincia de Camagüey con una población de unos 39,0 mil habitantes).
Este señor expresa que es productor de semilla de arroz, y está insertado en un convenio de colaboración Cuba- Vietnam. Las producciones obtenidas en un año y cuatro meses están entre las 7 y 9 t/ha.
Dice Martínez que el tiene un convenio de pago con la CPA (Cooperativa de Producción Agropecuaria) Ignacio Agramonte, del 30% de la producción de arroz obtenida y entrega de arroz en cáscara de forma gratuita a dicha Cooperativa.
Este productor ha tenido que depositar en la cuenta de la CPA el importe de los gastos en que se ha incurrido en la producción durante ese tiempo, ya que la Cooperativa no tiene recurso alguno y no puede pagar ni los salarios de los trabajadores.
En agosto de 2009 solicitó la caballería de tierra que está explotando, en virtud de la Resolución 259 y la respuesta que ha recibido es que no tiene derecho a estas tierras que son patrimonio de la CPA.
Esto lo ha discutido con el Secretario del Partido en el municipio, con el Gobierno, el Delegado municipal, el Presidente de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) de su municipio y todos le han quitado la razón. Ahora le piden un aumento al 40% de la producción que alcance.
Al menos, por las preguntas que se hace este señor Martínez, se puede apreciar que es una persona afecta al gobierno, ya que todavía está queriendo saber a quién debe dirigirse para resolver esta situación.
Como es lógico la respuesta es a nadie, ahora quieren saquearlo más, exigiéndole que aporte gratuitamente al Estado una parte considerable de lo que produce, es lo que se llama la explotación del hombre por la dictadura totalitaria.
Algunos no se explican cómo con tanta tierra no hay producción. He aquí una pequeña respuesta. Es por eso que el propio Martínez se pregunta si tendrá que desistir, comenzar en el mundo desagradable de los vagos e incorporase al negocio ilícito y no al trabajo como lo necesita el país.
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