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viernes, 2 de abril de 2010
Contra todos los pronósticos
Por Julio César Gálvez.
Contra todos los pronósticos el conjunto de Industriales se coronó Campeón Nacional de Baseball tras derrotar a Villa Clara en el último desafío de los play off de la pelota cubana con marcador de 7 carreras por 5 en juego que se extendió a 10 entradas.
El equipo de Villa Clara estuvo a punto de romper el maleficio que lo acompaña desde hace 16 temporadas en que llega a las finales pero no logra coronarse campeón, a pesar de ser el conjunto más estable de la pelota cubana.
Industriales, que en la campaña anterior se quedó en el punto 12 de los 16 que participan en la Serie Nacional, donde obtuvo solo 37 victorias con 53 pérdidas, para esta ocasión clasificó para cuartos de final, con un balance de 47 triunfos y 43 reveses, y eliminar al equipo más ganador de la etapa clasificatoria: Sancti Spíritus.
Si bien los azules de la capital vencieron pero no convencieron para clasificar a cuartos de final, otra cosa fue su actuación tras vencer a los Gallos Espirituanos, con balance de 4 juegos ganados y una sola derrota, mostrando garra sobre el terreno, y un alza en su ofensiva, lo que hace posible derrotar con balance de 4 victorias y 2 reveses al conjunto Habana, poseedor del pitcheo de mayor promedio de carreras limpias del torneo, y Campeón de la edición pasada de la pelota cubana.
Es imposible menospreciar al equipo de Villa Clara, quien después de arrancar en punta al ganar los dos primeros encuentros celebrados en sus predios del Augusto César Sandino, y caer en los dos primeros desafíos efectuados en el Latinoamericano, incluido el Knock Out de 10 carreras por cero, supo arrancarles una Victoria con marcador de 6 carreras por 3, en el Coloso del cerro, abarrotado con más de 55 000 personas.
Fue una gran post temporada para el equipo insignia de la pelota cubana, que lo llevó a conquistar por decimosegunda ocasión el gallardete de Campeón nacional, donde mucho aportaron Alexander Malleta, el primera base azul que fue elegido como el mejor jugador de esta fase, Stayler Hernández, siempre en juego y oportuno, Rudy Reyes, Serguei Pérez, Urguellés y el joven supersónico Armando Rivero, quien mostró estar listo para mayores empeños.
Este es solo un comentario apresurado: aciertos y desaciertos estuvieron presentes en esta temporada. Estadios repletos de fanáticos fieles seguidores de sus equipos, regionalismos exacerbados. Mentes despreocupadas por los reales problemas de la sociedad cubana. Pasión contra todo pronóstico, y desde ya, haciendo cálculos y numeritos para la próxima contienda. Así son las cosas del béisbol en Cuba.
Posted by
Francisco Sau Boíx
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