Barcelona/ Mambí en A/ Las noticias que salen de Cuba relacionadas y emitidas por la oposición, dejan ver con claridad la represión continua y diaria a la que está sometido todo el pueblo cubano. Aún así, todos los cubanos de dentro y fuera de Cuba han mantenido una certera esperanza que hace que las lean con dolor, pero con la seguridad de que pronto cesará; con preocupación, pero con la confianza en un futuro mejor, seguros de que el “Cambio” tan ansiado llegará de la mano de todos los cubanos unidos en el mismo deseo.
Esta esperanza, comienza a desvanecerse cuando leemos una noticia como la que recientemente ha llegado, la que nos deja bastante apesadumbrados y alarmados.
Más que noticia, nos atrevemos a afirmar que son rumores que corren, diciendo que las Damas de Blanco se desintegrarán.
Todos sabemos que ese es un deseo profundo de la dinastía Castro y de la fuerza represiva que la mantiene en el poder.
Los métodos de desinformación empleados por la Seguridad del Estado de Cuba, son bien conocidos por todos los cubanos, pero no por eso, dejan de ser efectivos. Esa efectividad la logran, no por su eficiencia y buen trabajo, que ya lo es, sino por falta de unión y de confianza de la oposición y de todo el pueblo cubano.
Las Damas de Blanco se han ganado el respeto y la admiración no solo de los cubanos, sino de todo el mundo, inclusive, hasta de aquellos que siempre han apoyado a la dictadura castrista. Tan es así, que el mundo pide a gritos que sean nominadas para el Nobel de la Paz. Se han convertido por mérito propio, en el símbolo de la defensa de los Derechos Humanos en Cuba, nadie concebiría hablar de defender a los presos políticos cubanos, si antes no se menciona a las Damas de Blanco.
La desintegración del símbolo más representativo de la defensa de los Derechos Humanos de la actualidad en Cuba, sería un triunfo de la dictadura castrista sobre la oposición pacífica cubana, y retardaría con creces la llegada del “Cambio” tan ansiado por todos los cubanos. Traería consigo el aumento de la represión, los encarcelamientos, sería la regresión al punto de partida, para volver a comenzar con más dolor y más sufrimiento para nuestro pueblo.
Mantener las conquistas logradas por la oposición pacífica que tanto sufrimiento ha costado, tiene que ser una prioridad si deseamos cambiar para bien, el rumbo de la historia de nuestra patria.
El “Cambio” es posible y cada vez está más cerca, pero debemos permanecer unidos todos los cubanos.
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