Barcelona/ Mambí en A/ Las Damas de Blanco, esposas y familiares de presos de conciencia cubanos, vuelven a marchar con normalidad después de varios fines de semana sufriendo brutales y humillantes actos de repudio.
Los tristemente conocidos por el pueblo de Cuba, "actos de repudio", fueron suministrados en dosis semanales a las pacíficas y valientes Damas de Blanco. Nuevamente se pudo apreciar como la dictadura castrista siembra en la juventud la semilla del odio y la desvergüenza, cuando los incita a humillar, a ofender y a golpear a mujeres mayores que bien pudieran ser sus madres. Esa insensibilidad crecerá con esa juventud, aumentando el daño generacional que ya se suma al de la separación familiar por una emigración producto de medio siglo de despropósito y desgobierno.
Las fuertes y unánimes críticas recibidas desde todos los rincones del planeta, viendo la barbarie que se comete en pleno siglo XXI en una pequeña isla del Caribe, y no campaña mediática, sino críticas fundamentadas y justificadas, han hecho que se le permita nuevamente marchar sin ser agredidas.
Pero los cubanos, que ya conocemos el cinismo de la dinastía Castro, el maquiavelismo que ha caracterizado a la dictadura castrista durante sus 51 años de represión sobre nuestro pueblo, sabemos que es una leve pausa porque se aproxima el Día de las Madres (segundo domingo de Mayo), y que saben que el exilio y el mundo criticará con rudeza las represiones contra estas madres ejemplares y valientes, que ponen en alto el nombre de Mariana Grajales cada vez que soportan con estoicismo sobrehumano sobre su cuerpo, las marcas que van dejando como hierros calientes, el ver a jóvenes casi niños, comportándose como animales insensibles ante el dolor humano.
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