Barcelona/ Mambí en A/ El Departamento de Estado de los EEUU alerta a países vecinos del peligro que representa el acercamiento de Irán a países como Brasil y Venezuela.
Las preocupaciones se le acumulan a los EEUU y a su presidente Barack Obama.
Si Al Qaeda, ya ha sido un gran dolor de cabeza del cual no se ha podido despojar, ahora se le suman dos más. El primero, y quizás el más importante por su confrontación bélica casi inminente, por el suceso reciente del hundimiento de una embarcación por un torpedo, es el conflicto Coreano, entre el norte y el sur, legendario, pero que el tiempo no ha podido solventar. Si bien su lejanía del territorio norteamericano pueda parecer que no representa peligro alguno, habría que recordar que ambas naciones, sus poderosos armamentos, y los intereses en la región, pueden ser un desencadenante con consecuencias impredecibles.
El segundo problema, y no por el orden de menor importancia, sino tal vez por el de consecuencias en el tiempo, es Venezuela fundamentalmente, por la carrera armamentista desatada, gastando grandes sumas de dinero a la vez que ignora el invertir en su desarrollo económico, a la par de un discurso que incita al odio, a la guerra y a la confrontación, seguido de un acercamiento más que peligroso, amenazante y desafiante para el resto de naciones del mundo, a Irán.
A ésta reunión de amenazas desafiantes a la paz y a la convivencia internacional se le suma también Brasil, que junto con Venezuela suman en riquezas naturales y desarrollo las dos grandes potencias de América Latina, convertidas ahora también en las dos grandes amenazas potenciales sobre la seguridad y la paz del hemisferio, con su acercamiento conjunto al desafiante Irán y su industria nuclear con el enriquecimiento de uranio que tanto preocupa.
Estas grandes presiones que amenazan la paz y la estabilidad en diferentes puntos del planeta, recuerdan al conjunto de situaciones que desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Todo producto de una serie de conflictos bélicos fuera de control.
Podríamos estar a las puertas de una Tercera Guerra Mundial.
La preocupación por la crisis financiera internacional puede ayudar también a desencadenar éste tercer conflicto global no deseado, ya que las grandes potencias y sus gobernantes se encuentran inmersos en tratar de ganar dinero a toda costa, obviando una amenaza tan cercana, como tan latente.
Cuba y sus 51 años de Dictadura Castrista son el alimento que vigoriza la desestabilización del hemisferio.
Si hay algo que obvia los EEUU a la hora de analizar la amenaza que representa Venezuela y Brasil, es Cuba. Sin riquezas naturales que aportar, sin industria, sin ningún tipo de desarrollo, Cuba se ha convertido en el suministrador fundamental del combustible necesario para regar por toda la América Latina la semilla de la desestabilización, el odio y la guerra.
Por: Francisco Sau Boíx
mambidecuba@yahoo.es
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