El disidente cubano Darsi Ferrer, detenido hace 11 meses por "receptación" (por haber comprado en el mercado negro un saco de cemento para reparar su casa), y declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional (AI), fue condenado hoy en un tribunal de La Habana a un año y cuatro meses de cárcel, tiempo que terminará de cumplir en prisión domiciliaria.
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