Miriam Leiva es una luchadora incansable que se muestra esperanzada a la hora de hablar del futuro de Cuba. Acaba de ser premiada con la beca Hellman-Hammett -que otorga la prestigiosa organización internacional Human Right Watch- por su valor a la hora de informar y luchar por la libertad en Cuba pese a las trabas de su gobierno.
Desde la Primavera Negra de Cuba, en 2003, Miriam se sumó al grupo de mujeres, esposas y familiares de las 75 personas inocentes que el gobierno de Cuba había encarcelado, y juntas fundaron la organización pro-derechos humanos Damas de Blanco. Miriam Leiva describe a las Damas como un grupo de derechos humanos, nada que ver con la política, y que son las "voces de los prisioneros de conciencia" a los que han intentado acallar.
Nuestra lucha es justa. Eso es lo que dice Miriam Leiva sobre las actividades de las Damas de Blanco, y eso es lo que le da fuerzas para seguir adelante. Combina sus labores periodísticas escribiendo sobre la situación de Cuba dentro y fuera de la isla, con las actividades que junto con las demás mujeres realizan para pedir por la libertad de sus seres encarcelados, y la libertad del pueblo cubano en general.
El marido de Miriam, Oscar Espinosa Chepe, prestigioso economista cubano, fue uno de los prisioneros de la Primavera de 2003. Él consiguió la libertad extrapenal --libertad condicional- por problemas de salud. Ahora está junto a su esposa y eso a Miriam le ha dado calma, pero no por ello ha dejado de seguir aferrada a su justa lucha, al lado de los demás disidentes.
La represión del Gobierno cubano contra los que no piensan como el régimen y piden los derechos y libertades que merecen es grande. Tanto es así, que la periodista cubana comienza la entrevista segura de que la seguridad del estado cubano está grabando toda la conversación. Ese es el día a día, no le preocupa porque dice que no tiene nada que ocultar.
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