Por Aimée Cabrera.
Las mujeres que necesitan usar las almohadillas sanitarias tienen el derecho a comprar un paquete de 10 apósitos, al que todas llaman “Intima”, ya que así se llamaban antes. Ahora el estuche lleva el nombre de “Mariposa”, las cuales son tan finas que apenas les sirven, por su poco poder de absorción.
Las variantes de las compras de algodón, apósitos o almohadillas, en el mercado negro, son difíciles de resolver porque las tres plantas de la Empresa de Materiales Higiénico-Sanitarios (Mathisa) estuvieron paradas desde abril hasta junio, debido a la falta de materia prima para las distintas elaboraciones.
“Siempre compro los paquetes de a dólar (1CUC) porque la que dan en la farmacia no alcanza para todo el período”-dice una joven estudiante universitaria que se queja porque “ya están subiendo los precios en la shoping, hay que caminar para encontrarlas a buen precio”-acota.
No todas tienen el dinero para adquirir este artículo de primera necesidad, por eso es poco usual ver a mujeres como la trabajadora de turismo que es asidua cliente de la diplofarmacia de Neptuno, donde un paquete de almohadillas sanitarias cuesta $2.90; ella asiente con la cabeza y destaca que “el dinero para comprarlas no me puede faltar, esto es como la comida”.
Dirigentes de la empresa Mathisa dicen que este año serán garantizadas 11 vueltas de almohadillas, pero como el año tiene 12 meses, las necesitadas tendrán que encontrar modos muy suyos para solucionar la higiene durante los días de la menstruación.
Adela está en sus cuarenta y tiene 2 hijas. Las tres se las han visto “negro con pespuntes verdes”, como dice la madre quien explica sin avergonzarse que “no puedo comprar la íntima para las tres en la shoping, ¡ni hablar!, yo cogí unas telas blancas y unas gasas que me regalaron y salió el invento que nos resolvió el problema, tuvimos que hervir las telas, fue atacante, pero resolvimos”.
Además de las almohadillas, Mathisa elabora la almohadilla Pétalo que se vende en divisas, el algodón quirúrgico y gasa para hospitales, así como un paquete de algodón anual para las mujeres hasta los 55 años, y de manera mensual para los diabéticos y los colostimizados, los que en la actualidad traen menos cantidad que la habitual.
A pesar de que en los últimos años, estas fábricas han mejorado sus entregas a la población, sus garantías no son suficientes desde el momento que esos productos son de primera necesidad y debieran estar siempre en las farmacias y en las cantidades que necesita cada aquejado. Por eso, la almohadilla Mariposa, superfina y con alas, solo le falta volar y desaparecer de la lista de los artículos prioritarios del mercado nacional.
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