Un grupo de estibadores en el puerto de La Habana se negó a poner en la bodega de un barco, un grupo de alimentos entre ellos arroz, los cuales serían llevados para Haití.
Según refieren trabajadores del sector, familiares y vecinos de esta zona, fue unánime la protesta ya que consideraron inaudito que se enviaran alimentos a otra nación, cuando los mismos escasean, o están a precios tan elevados, que no pueden ser adquiridos por la mayoría de la población.
Julio César Gálvez, miembro del Grupo de los 75, pudo informarse sobre este hecho a través de uno de los abogados que lleva este caso. Gálvez refiere que “hace unos 10 días (12 de junio) que están detenidos (los braceros) en Villa Marista”.
A continuación opina: “Eso no fue un hecho planificado, se ve que fue totalmente espontáneo. Las personas van perdiendo el miedo y expresan sus inquietudes, o como ellos, además llevaron sus criterios hasta el punto de dejar de cumplir con su jornada, a pesar de imaginar las consecuencias”-sentenció.
La crisis alimentaria de la Cuba actual afecta de manera directa a las clases más humildes, como son los pensionados, jubilados y trabajadores cuyos salarios llevados a la moneda convertible, no sobrepasan los quince CUC.
Un gran número de entidades han cerrado sus comedores obreros, u ofertan solo carbohidratos como sucede también en escuelas primarias donde un menú habitual consta de una ración de espaguetis junto a un poco de harina de maíz.
En los hogares las carencias son similares. La distribución de alimentos conocida como “Canasta Básica”, cuyas cuotas son adquiridas con la libreta de abastecimiento, son muy pocos, y han disminuido como la sal y los frijoles, o han desaparecido como en el caso de la papa.
Largas filas de personas se aglomeran en los mercados cuando éstos tienen productos como arroz, frijoles y papas de forma liberada, a pesar de que sus precios son superiores a los del año pasado.
La voz del pueblo se ha hecho sentir en estos últimos días para reafirmar su solidaridad y agradecimiento para trabajadores como los estibadores del puerto, que prefirieron las represalias a ser sumisos y cargar lo que no tienen, para satisfacer necesidades foráneas.
Este 14 de junio es el Día del Trabajador Marítimo-Portuario en Cuba. La situación laboral de los detenidos pudiera tornarse inestable, si no pierden sus plazas; mientras que la vida continúa para el resto de los colegas que alegan que su deber es no hacer esperar a los barcos, si de ello dependen sus salarios y empleos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario