Por Aimée Cabrera.
Dos trabajadores destacados en sus labores por décadas dejarán de trabajar a partir de que en sus centros de trabajo se realiza el proceso de idoneidad.
Uno es aún joven para su hoja de servicios que sobrepasa los 20 años. Este trabajador se desempeñaba en el departamento de mantenimiento de una entidad capitalina, donde realizaba el multioficio, o sea, que trabajaba con calidad y eficiencia en distintos oficios como carpintero, plomero y albañil, entre otros.
Recibió diversos reconocimientos por la calidad y eficiencia de su trabajo, así como, estímulos por su integralidad. Ahora dice que de qué le ha valido haberse esforzado en su trabajo, pues no posee el noveno grado y por tal motivo perderá de inmediato su puesto.
“Eso lo sabían, pero nadie me hizo el señalamiento. Trabajo de sol a sol desde que era casi un niño, para ayudar a mi familia, muy pobre: en qué tiempo iba a estudiar. Nunca me han tenido que decir que lo que hago está mal o regular, que tiene que ver mi escolaridad con mi rendimiento”- explicó.
Al otro trabajador le quedan pocos años para acogerse al retiro, por lo que tiene más de 30 años como cocinero. La comisión que analizó su idoneidad olvidó la calidad y balance de los almuerzos que prepara para cientos de comensales en días alternos.
Su labor dedicada y su esfuerzo para que el resto de su brigada sea destacada han caído en saco roto: quedará sin trabajo por no tener el doce grado, nivel medio superior que se exige para realizar este trabajo.
“Quién dijo que hace falta un diploma de 12 grado para saber cocinar bien. Yo ya estoy muy viejo para ir a la escuela. Los mismos que me decían que cocinaba bien, hoy me echan del trabajo y me miran por encima del hombro”- expresó alterado.
El gobierno cubano despedirá a un 10 % de la fuerza laboral del país, por lo que unos 500 000 trabajadores quedarán en la calle antes del mes de abril próximo, mientras que cifras superiores afectarán a otros trabajadores en un periodo de 3 años.
Las estadísticas reales de la considerable cantidad de despidos hasta el momento no ha sido publicada, lo que da lugar a un malestar general en la clase trabajadora cubana que teme por una parte, no poder solucionar su estabilidad a través de un empleo como cuentapropistas, por la falta de dinero evidente, a la vez que temen tener que hacer cualquier labor ilegal para sobrevivir y ser reprimidos por los inspectores o la policía.
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