Barcelona/ Mambí en A/ Los peligros de hablar todos al mismo tiempo son incalculables. Alguien gritó ¡debate! y entre ruidos y gritos, otros entendieron ¡combate!
Es tan importante el silencio diplomático para evitar equivocaciones, como que al gritar ¡democracia!, otros entiendan ¡desgracia!
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