Foto: por Roberto Guerra. Raúl Ramírez Puig muestra el lunes dos citaciones de la policía política de Güines.
Barcelona/ Mambí en A/ Las autoridades cubanas acosan a Raúl Ramírez Puig y su familia, que denuncian el asesinato de Emilio Lázaro Pérez Valdés, estudiante, de 15 años de edad, encontrado muerto en las cercanías de una escuela en el municipio Mariel.
“Me amenazaron con desaparecerme a mí y a toda mi familia. He recibido advertencias del mayor Alexander y el capitán Naldo, oficiales de la Seguridad del Estado, que me han citado en dos ocasiones para la casa amarilla”, declaró Ramírez Puig.
Ramírez Puig, fue citado por agentes de la Seguridad del Estado el jueves pasado para la Sede de la Seguridad en el municipio Güines, provincia Mayabeque, lugar que se conoce por la “casa amarilla”.
“Tratan de silenciarnos mediante amenazas, hostigamientos y detenciones por las denuncias que estamos haciendo”, aseguró Ramírez Puig, residente en el poblado Bizarrón en Güines.
Emilio Lázaro Pérez Valdés, es su hijastro. Apareció muerto el 30 de julio del 2010 en un estanque de una fábrica de cemento en el Mariel. Las autoridades no dejaron reconocer, ni velar el cadáver.
Sobre su detención anterior, el sábado 2 de abril y liberado el martes 5 en la noche, explicó: “me dijeron que me iban a matar si era necesario y no pasaría nada. Ese día me detuvieron cuando iba para el trabajo. Tenían 7 máquinas de la policía (patrullas) y una ambulancia lista para si yo me resistía a la detención”.
Ramírez Puig, su esposa Odalys de la Caridad Valdés Suárez y una hijastra denuncian a las autoridades cubanas por la muerte de Emilio Lázaro, estudiante de electrónica en la escuela politécnica Juan Manuel Castiñeira del Mariel, en circunstancias desconocidas.“La muerte de mi hijo cada vez es más rara. Cuando insistimos en hacerle una autopsia nos pidieron una foto de él. Luego nos enseñan a los 50 días una que puede haber sido un montaje”, dijo Odalys de la Caridad Valdés Suárez, madre del menor y denunció: “nos impiden ir los domingo a la iglesia de Santa Rita en Miramar donde hemos acudido para que Las Damas de Blanco y la prensa internacional den a conocer nuestra situación”.
“Nos están haciendo la vida imposible. Tengo un puesto de policía al lado de mi casa. Allí hay un agente de la Seguridad que anda detrás de mí constantemente. Y cuando intentamos salir del poblado nos arrestan”, afirmó el hombre mostrando dos citaciones de la policía.
“Hemos sido acosados en el trabajo. Mi hijastra (Odalys Pérez Valdés) está pidiendo la baja de su puesto médico porque lo que tienen es tremendo acoso y amenazas con nosotros por pedir que se haga justicia”, reiteró.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Roberto de Jesús Guerra Pérez, Hablemos Press.
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