José Alberto Álvarez Bravo junto a un grupo de activistas y opositores en su casa en septiembre del 2010. Foto de Hablemos Press.
Barcelona/ Mambí en A/ La policía política cubana mantiene desde las primeras horas de la mañana del jueves un operativo en los alrededores del domicilio de José Alberto Álvarez Bravo, periodista independiente, donde no permiten congregarse a ningún activista.
Álvarez Bravo fue detenido a las 8 de la noche del miércoles junto a 10 activistas más, y puesto en libertad bajo amenazas horas después.
“Las veladas ciudadanas es una iniciativa que hemos estado desarrollando, y consiste en reunirnos en espacios públicos donde personas de la sociedad civil nos sentamos allí para socializarnos, conversar y comportarnos de manera ciudadana”, dijo el periodista. “En este caso específico lo estábamos haciendo en la calle G y 9, en el Vedado, frente al Hospital Maternidad de Línea”.
Explicó: “nosotros hicimos una primera prueba el 2 de mayo, pero comenzamos de manera formal el lunes 9, donde nos reunimos allí 11 disidentes y estuvimos en nuestro horario habitual de 8:00 a 10:00 de la noche”.
“Pasamos esa primera velada allí sin ningún tipo de inconveniente, no hubo acoso contra nosotros, todo fluyó de una manera completamente normal. El martes 10 nos juntamos 5 personas, y a las 10:00 de la noche cuando nos separamos fuimos detenidos Aramís Lázaro Saen Sánchez y yo, y liberados horas más tarde”.
“Este 11 de mayo cuando intentábamos llegar al lugar, había un despliegue policial desproporcionado. No me dejaron llegar, fui detenido junto a Ángel Valera Arévalo. Nos arrestaron media cuadra antes”, añadió.
Otros 10 activistas fueron detenidos el miércoles en la noche. Entre ellos Leydi Coca Quesada, Inés Quesada Lemus, Guillermo Enrique Arbella Salazar, Aramís Lázaro Saen Sánchez, Mario Alberto Hernández Leiva, Lilia Castañer Hernández, Regla y otros. Según el periodista, residente en J 104, esquina Calzada, Vedado, Ciudad de La Habana, la idea es que esto se hiciera a diario.
“Un espacio permanente de encuentros en la vía, en un parque, sin gritar, solo hablar. Pero las autoridades no hacen más que reprimir”.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Magaly Norvis Otero Suárez, Hablemos Press.
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