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jueves, 2 de junio de 2011

Lineamientos

Por: Martha Beatriz Roque Cabello.
¡No!, no piense que se trata de volver a mencionar el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, los nuevos lineamientos no son los únicos que han sido trazados en el país, hay otros que se han convertido en rasgos característicos del acontecer diario en la isla, entre ellos: los malos hábitos. No es que estén escritos, pero sí permitidos, por consiguiente viven en los cubanos de las últimas tres generaciones, en particular en jóvenes y niños; pero la tolerancia gubernamental hacia ellos agudiza la penosa situación que causan.
El propio Raúl Castro habló de una de estas deplorables costumbres: la música alta. Constantemente sale en la prensa una que otra queja sobre el particular, pero sin solución. Personalmente, me siento afectada por estos jóvenes que quieren terminar con la membrana que recubre el oído medio de sus vecinos. En el edificio de dos plantas donde vivo, que es prácticamente un solar, tanto abajo como arriba hay practicantes de escándalo musical que emulan para ver cuántos decibelios más son capaces de alterar.
Uno de ellos además practica el “karaoke” con todo género de palabras obscenas y su poco de “mareo”, no se puede decir producido por qué, los pone a hablar con media lengua. Cualquier día de la semana la serenata puede comenzar en horas de la tarde y durar hasta bien entrada la madrugada. ¿Quién protesta? Nadie. Cabría señalar que en el propio edificio uno de los diez apartamentos lo ocupa el presidente del CDR (Comité de Defensa de la Revolución) nombrado Javier.
A este señor le molestó sobremanera cuando tuve que arreglar un descorchado de mi techo y bajó a mi vivienda a exigir que inmediatamente dejara de golpear; pero a estos jóvenes nada les reclama, porque no hay dudas de que este ruido es elemento de los lineamientos que tiene su organización.
Por otra parte, en el llamado “trapicheo” de las casas, el apartamiento de atrás fue comprado por un matrimonio de “nuevos ricos”, ella es Gerente de una tienda y él su Jefe de Almacén, según cuentan los vecinos que siempre quieren ser veraces y comunicativos.
El lugar lo están reparando y modernizando, por ejemplo le han levantado los pisos y han tumbado algunas paredes, toda una bicoca para los que tienen el privilegio de trabajar en lugares en los que se puede “acceder” a los medios sin que se tenga la vigilancia gubernamental, ya que basta ser fiel, ir a los desfiles, militar en el Partido, y si la tienda estuviera en Centro Habana, asistir a los Mítines de Repudio que le dan a las Damas de Blanco, lo demás, no importa.
Los trabajadores que tienen contratados botan en la calle los escombros y todo lo que rompen, hasta el viejo servicio sanitario (inodoro) que no juega con el futuro de la casa, que pensando bien y mal, tendrá pisos de la “shopping” (nombre que se utiliza para las tiendas de divisas) y todo de primera mano.
Las tongas de basura no permiten prácticamente caminar por el lugar, pero nadie dice nada; no hay una multa, no hay una queja, todo queda tapado por la misma sábana de los “revolucionarios”. ¡¿Qué importa que la venta de la casa sea ilegal?! Total, dentro de poco se podrá comprar y vender viviendas según los nuevos lineamientos. ¡Ah, eso sí!, en los viejos ya estaba permitido para algunas personas de linaje político.
También hay algunas otras cosas más autorizadas que suceden en el barrio, como por ejemplo: el bodeguero y el carnicero venden algunos productos por fuera (entiéndase en bolsa negra), pero entre los clientes están miembros del Comité de Defensa de la Revolución, de la Federación de Mujeres e incluso, del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, esto también está institucionalizado, porque ya en la segunda decena del mes la alimentación se hace deficiente y hay que acudir a estos métodos, buscando que sea un poco más barato que en el mercado campesino o en la tienda de divisas.
Como es de esperar ante algo tan masivo, el gobierno se hace el de la vista gorda, no se pueden matar todas las moscas a la misma vez, y es por eso que solo se espantan algunas, y otras se eliminan por métodos muy rústicos, a los cuales no se les presta mucha atención, ya que hay que dejar que los que están en la base tomen sus propias decisiones y sean capaces de demostrar su apoyo al sistema.
Ninguna de estas y otras cosas que suceden diariamente están escritas, pero no hace falta, son un dogma, el régimen se retroalimenta al consentir que se desarrolle de esta forma la conducta social, así se permite mantener el poder.
Foto: Este es el espectáculo que se ofrece en la puerta del pasillo de mi casa. Como puede distinguirse los tanques de la basura vacíos y todos los escombros en la calle. Esto es indisciplina social permitida a algunos.


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