Foto: Familia de Alina Elizartigui vigilada por la policía.
Barcelona/ Mambí en A/ El Departamento de la Seguridad del Estado de Cuba (DSE), durante el mes de mayo y lo que va de junio ha puesto en marcha el Sistema Único de Protección y Vigilancia (SUPV) contra los esposos Ramón de Jesús Perera y Alina Elizartigui, vecinos de Parque y Vía Blanca, El Canal, Cerro, en Ciudad de La Habana.
La vigilancia se especifica: investiga quiénes visitan su hogar, qué comen, les interesa saber con quiénes hablan por teléfono en Miami y seguimiento en la vía pública, incluso cuando se ha dispuesto en recorrer las áreas de comercios en La Habana Vieja.
Al parecer la escolta está dada porque la Sra. Alina criticó públicamente en una farmacia la ausencia de almohadillas sanitarias que usan las féminas en su período menstrual, comentario que realizó en presencia de varias decenas de mujeres que la apoyaron.
Las “íntimas”, además de las farmacias donde son suministradas un paquete por mes, sólo se encuentran en la red de divisa de los comercios Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), que administran las Fuerzas Armadas, a precios elevados, y dijo: “volveremos al primer lustro de la década de 1990, cuando se dispuso de trapos y pedazos de sábanas”.
La vigilancia ha sido tan descuidada que sus acompañantes a los comercios la han descubierto, y varios miembros del SUPV le informaron y exigieron el anonimato, por la pesquisa del alarde de la tenebrosa policía política.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Carlos Ríos Otero, Hablemos Press.
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