Foto: Jacqueline García Jaens, esposa de Ariel Arzuaga Peña.
Barcelona/ Mambí en A/ La condena de 6 años de cárcel que le solicitó la Fiscalía de Bayamo-Granma, al destacado disidente Ariel Arzuaga Peña, director del Centro de Derechos Humanos Luz y Verdad, acusado de dos delitos de desacato a las autoridades, le fue ratificada el pasado 30 de junio.
Sus familiares han comenzado a sentir preocupación ya que renunció a ingerir alimentos el 1 de julio.
“Ariel se declaró en huelga al conocer que se había hecho firme la sanción, y me hizo saber que la única alternativa para salir de prisión es muerto”, dijo el jueves en la noche a Hablemos Press en una conversación por teléfono su esposa, Jacqueline García Jaens.
Arzuaga Peña, de 47 años de edad, fue detenido el 24 de febrero en su casa. Desde entonces permanece en el destacamento 1-2 de la cárcel Las Mangas en Bayamo.
El pasado 28 de junio fue la última vez que García vio a su esposo cuando lo visitó en la cárcel. El miércoles regresó para que se lo dejaran ver “y convencerlo de que abandonara la huelga, pero el oficial de la Seguridad del Estado, mayor Yoel, mandó al médico a darme la cara para que me dijera que Ariel estaba muy bien, que tenía los signos vitales muy bien y eso es una gran mentira. Una respuesta manipulada porque una persona que lleva 6 días en huelga de hambre no puede estar bien de salud”.
Modesta Peña, madre del disidente, declaró: “prefiero verlo muerto a estar cumpliendo condena por delitos que no cometió”.
La policía acusó también al disidente de querer asesinar a su hija de dos años. “En el juicio se demostró que todo era mentira, no había pruebas de las acusaciones contra él y esperábamos que se hiciera justicia”, dijo García.
“Unos 12 familiares de Arzuaga fueron golpeados por la policía represiva al intentar saludarlo el 24 de junio cuando se terminó el juicio”, reportó en aquel momento Yoandris Gutiérrez Varga, corresponsal de Hablemos Press en Bayamo.
La esposa del disidente denunció que el día 6 de julio la doctora Yolanda San, jefa del policlínico René Vallejo, donde trabajó como técnica en estomatología, le comunicó por escrito que había sido separada definitivamente del centro.
“El motivo que usaron para sancionarme fue que tuve que ausentarme varios días por los problemas que presenté con mi esposo. Había solicitado una licencia sin sueldo al director del policlínico y me la negó, alegando que esos no eran motivos para él otorgarme una licencia”, explicó García.
Es un reporte desde La Habana, Cuba, de Roberto de Jesús Guerra Pérez, Hablemos Press.
No hay comentarios:
Publicar un comentario