Foto: Domingo Ifraín Díaz Fuentes.
Por: Martha Beatriz Roque Cabello.
La familia del preso Domingo Ifraín Díaz Fuentes me hizo un poder para representarla legalmente, por lo que contraté a una abogada de un Bufete Colectivo con el objetivo de que se entrevistara con él en la prisión Combinado del Este, donde se encuentra. Por dos ocasiones acudió a citas hechas con antelación y no le permitieron verlo. Hay que destacar que él esta en huelga de hambre desde el 11 de mayo, reclamando ver a su hijo Frank Díaz González residente en Estados Unidos de América; y que le permitan una revisión pagada en moneda nacional, ya que le exigen 5 000 dólares para tramitarla.
Como se violaron mis derechos civiles, decidí el día 8 de agosto permanecer junto a la familia del preso y Arnaldo Ramos Lauzurique (75) a la salida de la prisión, en huelga de hambre, estacionados en una parada de ómnibus en la Carretera Monumental. Habíamos ido allí a solicitar dejaran a los allegados ver al preso, nos entrevistamos con un Capitán que estaba de Oficial de Guardia Superior, el que nos trató hostilmente. Dos horas después, un oficial de la Seguridad del Estado que se hace llamar coronel Víctor, nos contactó en el lugar cuando ya un numeroso grupo de opositores en todo el país había comenzado a apoyarnos y algunos se dirigieron hacia el sitio donde nos encontrábamos a pesar de la hora nocturna y la falta de transporte. Otros por no tener recursos iban a esperar a que amaneciera para unírsenos.
El oficial Víctor entró a la prisión y permitió que el preso hablara con su familia a través de mi celular, ya que desde el 4 de julio no tenían comunicación. Planteó que la Dirección de Cárceles y Prisiones (en la dirección C/ 15 y K) había cometido un error al no pasar el reporte de la entrevista de la abogada, que al día siguiente permitiría que lo viera y a los parientes les daría visita el 10 de agosto. En vistas de que las formalidades no habían caminado para la solución del problema, (solo se entiende cuando se subvierte el orden) cancelé el contrato con la letrada, pero la familia sí pudo entrevistarse con el recluso. De todas formas juzgué restablecidos mis derechos.
Agradezco a todos los hermanos de lucha de la disidencia que nos apoyaron y los exhorto a mantener esta línea, para que la sociedad civil cubana conozca que la oposición interna es capaz de hacer suyos los conflictos que se desarrollan en el país, por la negligencia, la desidia y las disposiciones injustas.
En particular quisiera agradecer a la Coalición Central Opositora que dirige Idania Yanes Contreras; al Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, liderado por Jorge Luis García Pérez Antúnez y al Movimiento Opositores por una Nueva República bajo la presidencia de José Díaz Silva; y en el exterior a Radio Martí y Háblalo sin Miedo.
También hay que sentirse gratificado por la confianza que algunas personas del pueblo han depositado en la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, que en este momento atiende 117 casos a lo largo y ancho de la isla.
Es necesario aclarar que Domingo Ifraín Díaz Fuentes quiso sacar legalmente a su familia del país para Rusia, pero las disposiciones administrativas internas del Ministerio del Interior, no permitieron que su hijo en aquel entonces de 6 años de edad viajara en carácter temporal, por lo que para obtener la reunificación familiar se le ocurrió emigrar a Estados Unidos y a los tres meses venir a la isla a recogerlos en una moto acuática, por esta causa de la injusta política migratoria del gobierno cubano, cumple 13 años de privación de libertad.
Se hacen numerosos esfuerzos para tratar de que salga de la huelga de hambre, que se solucionaría si permitieran que su inocente hijo entrara al país, ya sea viniendo solo o en compañía de un hermano de Domingo Ifraín que vive en Estados Unidos de América; y si se tomara en consideración que él apenas estuvo unos meses en la Florida y que invirtió todos los recursos que obtuvo en la adquisición de la moto acuática con la que vino a buscar a su familia, incautada por las Tropas Guardafronteras; por lo que no tiene medios económicos para poder pagar una revisión de causa en dólares. Esta reglamentación para los cubanos que residen en el extranjero los diferencia del resto, aunque no las leyes que se le aplican en la prisión; ni tampoco las golpizas, de las cuales Domingo Ifraín sabe bastante.
El caso no está solucionado, se seguirá trabajando en él, pero la familia de este recluso le ha comunicado a la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, que puede contar con ella para apoyar cualquier otra situación de conflicto en la sociedad civil, la causa de la democracia en Cuba ha logrado unir a ella un grupo más de personas.
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