Por: Martha Beatriz Roque Cabello.
Los ejercicios militares del pasado fin de semana tuvieron un mensaje claro hacia la oposición interna, y también para todos aquellos que consideren puedan ser parte de un enfrentamiento a la voluntad de la gerontocracia que está al frente del país. Durante las muestras de lo que sucedía en las diferentes provincias se pudo constatar la “posibilidad” de que la contrarrevolución asaltara un almacén de víveres o que saliera a las calles, todo reprimido con palos y golpes. De esta forma siguen inculcando el odio sobre las personas.
En el vídeo que se mostró de la protesta en el parque de la Fraternidad, protagonizada por Ivonne Malleza Galano y Blanca Hernández Moya, y algunos centenares de ciudadanos no vinculados con la disidencia, se puede apreciar cuando un policía arrastra a Ivonne hacia abajo de un ómnibus que se encontraba en una parada recogiendo pasajeros; poniendo en peligro su vida pues las ruedas del vehículo -de haber echado a andar en ese momento- le pudieron pasar por encima.
Sin embargo, la actitud del pueblo, no es de simpatía hacia los que la estaban reprimiendo, por el contrario, se pudo comprobar que algunas mujeres desconocidas le pegaban a su vez a los uniformados y los apabullaban a gritos de: ¡Abusadores!
Esto implica que el odio se está revirtiendo sobre los mismos que lo han estado sembrando.
Es difícil en estos días explicar el panorama interno, porque mientras que una parte del mundo se prepara para la Navidad, los cubanos se alistan para no celebrarla. No hay algún síntoma de ambiente festivo, escasean lo árboles pascuales y las posibilidades monetarias del ciudadano de a pie, el que no tendrá acceso el día 24 de diciembre “Noche Buena”, al tradicional pedacito de puerco que se pone en la mesa, en la cena. Este -de hecho- es uno de los peores años que ha pasado el pueblo. Pero el próximo no se vislumbra mejor. No hay nada que haga pensar que se van a solucionar las penurias de los que no viven en el estrato social del poder.
Sin terminar aún la primera decena del mes, ya son más de 150 las personas detenidas, muchos de ellos golpeados y aún sin poner en libertad, como es el caso de Ángel Moya Acosta y José Daniel Ferrer García, que fueron arrestados en la provincia de Santiago de Cuba. También hay un grupo de disidentes a los que se les violan sus derechos: no se les permite asistir a donde estimen pertinente, no pueden salir de las casas, se citan a las Unidades de la Policía Nacional Revolucionaria para impartirles sesiones de miedo y amenazas. Recientemente, Leidi Coca Quesada fue detenida y conducida a la Estación de Policía de Aguilera, para hacerle un vídeo donde respondiera a las mismas preguntas más que gastadas de: ¿cuánto te pagan?, quiénes te pagan, ¿los americanos? ¿tú lo haces para irte del país?, y un largo etcétera, que como estamos acostumbrados servirá para hacer una representación de lo malo que son los disidentes y exhibirla por la televisión en un programa especial.
Pero faltan dos días muy preocupantes para el régimen: el 9 de diciembre, cuando estará a 12,5 millas de las costas cubanas la Flotilla del Movimiento Democracia y el 10 de diciembre cuando se celebre un aniversario más de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Algunas personas se han preguntado en el exilio ¿por qué la oposición interna no ha hecho una convocatoria para respaldar la flotilla? La respuesta es muy sencilla, no es necesario. A pesar que la dictadura ha mantenido el silencio en los medios sobre este evento, una gran mayoría de los residentes en la capital lo saben, también en el resto del país; y muchas personas van a tratar de estar en algún lugar cercano al Malecón para poder ver los fuegos artificiales. Es como si se estuviera convocando a una fiesta, aunque el alerta sobre la posibilidad de represión, con detenciones y golpizas, aleja un poco de la zona a los observadores, pero no quiere decir que no vayan a estar a la expectativa.
El día “sin derechos humanos”, tal y como pretenden celebrarlo los que detentan el poder, estará igualmente lleno de actividades de diferentes organizaciones que acostumbran a ello. La represión, las detenciones, las advertencias, las golpizas; no son óbice para que los que luchan dentro de la isla por la libertad y la democracia, recuerden este día, pero no se puede descartar que en algún momento ocurra una desgracia y alguno que otro pierda la vida, precisamente porque los represores les han dado mano larga a los que cumplen sus órdenes.
El totalitarismo está agotado, los que mal gobiernan lo saben, el pueblo también. Si el horizonte está definido como el límite visual de la superficie terrestre, donde parece juntarse el cielo y la tierra, y cuando se avanza por el mar es un punto inalcanzable, entonces los planes de “cambio” dentro del socialismo que tiene el régimen cubano, se puede decir que están ubicados en el horizonte. Cómo se desarrollará el escenario del relevo de esta larga pesadilla, ¡es la gran incógnita!
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