Imágenes sobre viviendas precarias en Cuba.
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Capítulo: Conflictos en la Sociedad Civil
Capítulo: Conflictos en la Sociedad Civil
Uno de los problemas de carácter social más grave que tiene el régimen es el de la vivienda; acrecentado por las contradicciones que hay en la legislación y las arbitrariedades que se han cometido producto de la corrupción que existe en todos los niveles de esta actividad, durante muchos años se ha estado violando la propia ley que se dictó al efecto, cometiéndose injusticias, ilegalidades y atropellos con la población.
Todo lo concerniente a la vivienda es una madeja tan enredada, que en un futuro democrático costará mucho trabajo arreglar todo lo mal hecho. Y no sólo hay que pensar en las casas, edificios, locales que fueron intervenidos por la mal llamada “Revolución”, sino en los problemas que se han adicionado a lo largo de estos más de 50 años de destrucción de todos los esquemas organizativos.
Dentro del Capítulo Conflictos en la Sociedad Civil, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios tiene una cantidad de argumentos de ciudadanos que se acercan para plantear situaciones que han mantenido durante años sin llegar a tener una solución; algunas de ellas no han recibido siquiera una respuesta, sólo un pase de manos entre diferentes niveles; lo que el cubano acostumbra a llamar “más de lo mismo”.
Para ejemplificar, en particular se puede considerar el caso de Lourdes Esquivel Vieyto, que residía en calle Santa Rosalía No 18406 entre Avenida y Final, Reparto Porvenir, municipio Boyeros.
Lourdes se mudó para esa casa con 13 años de edad, en la actualidad tiene 49; en ella vivía con sus padres y hermanos. Uno de sus hermanos hizo una ampliación en un costado de la casa, pero en el año 1994 salió del país en una lancha junto con su mamá y el resto de la familia, el padre ya había muerto. A Lourdes la desalojaron de su morada y tuvo que ir a vivir a un pequeño local sin techo con su esposo y tres hijos. Por más reclamaciones que hizo nunca le permitieron regresar a su hogar, que fue dividido en dos casas y entregado a sendas familias que habitan en ellas. Sin embargo, el terreno de las casas y toda la finca aledaña le pertenece a Lourdes. Los actuales habitantes tienen un título de propiedad estatal, que también tiene Lourdes a nombre de su papá. Ella terminó de construir una casa al lado de las dos que habitan los que son ya sus vecinos. Por su familia haber abandonado el país de forma ilegal, ella fue castigada. Años y años de sufrimiento, de tocar puertas sin que se abran, de dirigirse a los altos niveles sin hallar soluciones, estas casas han sido la agonía de esta mujer por más de 17 años. ¿Cómo es posible que existan tres títulos de propiedad de una misma vivienda? El que tiene Lourdes y los dos que les entregaron a las familias que mudaron para allí. ¿Cómo se podrá resolver esto cuando haya un cambio político? Las personas afectadas con problemas similares a este ¿optarán por la vía legal después del cambio? o ¿dejarán libres todo el odio y la impotencia contenidos durante estos años?
Otro caso a ejemplificar es el de Zoe Madelaine Sosa Scull, en calle F No 265 apto. D entre 3ra y 4ta Reparto Poey, Arroyo Naranjo, La Habana. A Zoe su difunto primo le dejó un terreno en herencia y ella comenzó a construir en el 2005 para que viviera en él su hija, la que se unió a un hombre que fue a residir con ella a la casa en construcción y después la dejó y se quedó con la casa, legalizando la obra a su nombre a pesar de que no vivía ni siquiera en la Habana, ni cumplió los trámites constructivos, no pudo mostrar la propiedad del terreno, el permiso de construcción, ni el certificado de habitabilidad de la misma. La corrupción en la vivienda y en las diferentes empresas estatales, como la electricidad y el agua, le permitió poner a su nombre todos estos servicios. Zoe Madelaine acudió a las autoridades pertinentes y siempre la respuesta fue una evasiva. ¿Cómo es posible agenciarse una vivienda sin haber cubierto los trámites por el propio estado? Dos mujeres solas acosadas por un maleante, que además contó en todo momento con el respaldo policial. ¿Cuando haya un cambio cómo se le indemnizará a Zoe los gastos y esfuerzos realizados para hacer efectiva su propiedad? Pero lo que nunca se le reparará será el desgaste físico, mental, moral, el tiempo perdido, los malos momentos de los juicios y los sufrimientos producto de la impotencia y las amenazas que el ex esposo de su hija le hizo a ella y a su familia.
Basta con estas dos muestras de lo que sucede en la sociedad civil con respecto a algo tan sensible como un techo donde vivir las personas.
Sin embargo, habría que añadir algunos datos para tener una idea de lo que significa esta problemática para la sociedad. El 85% de las familias tiene un título de la propiedad de la vivienda que han pagado a precios oficiales, independientemente que haya otra persona que haya sido propietaria y que también haya hecho erogación de efectivo.
Más del 50 % del fondo de las viviendas en Cuba están en mal estado, dentro de esta cifra muchas sin solución posible, aunque se mantienen sus habitantes en ellas. Una gran cantidad de locales habitables (incluyendo casas y edificios) se utilizan para actividades estatales, paraestatales e incluso militares, como los sectores de la policía que proliferan en los diferentes barrios, y también firmas mixtas con un porciento de capital extranjero. De igual forma existen casas de contacto, protocolo y visitas de diferentes ministerios en todas las provincias del país. La alta jerarquía dictatorial tiene numerosas residencias a lo largo de la isla.
Habría que señalar que como la política de reparaciones tiende a cero, algunas de estas instalaciones las dejan desmoronar y después cogen otra. Los consultorios médicos del programa del médico de la familia son un ejemplo reciente, han permitido que se destruyan con todo el equipamiento dentro. Muchos de ellos han sido “canibaleados” por la propia población.
Desde el punto de vista económico habría también que poner como ejemplo numerosas fábricas (incluyendo los centrales azucareros) que permanecen cerradas como por ejemplo la papelera de Puentes Grandes en La Habana, fábricas de piezas de repuesto, bodegas que se han deteriorado y están abandonadas, cines desactivados (más del 80% en la capital) sin poder utilizarse porque los han vaciado de muebles y equipos.
A nivel social, se encuentran destruidas las construcciones que estaban dedicadas a la Escuela en el Campo, en la Isla de la Juventud, Jagüey Grande y en la antigua provincia Habana, para poner algún ejemplo.
También la política inversionista en la actividad inmobiliaria ha sido un verdadero desastre, construcciones que han comenzado y que se han quedado sin terminar, como por ejemplo edificios de apartamentos y centros de servicio social como es el caso del Hospital Infantil Pedro Borrás en La Habana.
Entre las casas que se utilizan para servicios estatales, paraestatales y otros, las totalmente inhabitables, la reserva de casas vacías y las numerosas residencias de los magnates del poder, se puede calcular que está incluido más del 45% del fondo habitacional.
La Habana, Cuba, 17 de enero de 2012.
Nota: Este documento fue confeccionado por el Grupo de Análisis del Capítulo Conflictos en la Sociedad Civil de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, integrado por Miladys Carnel González, Leidy Coca Quesada, Arnaldo Ramos Lauzurique y Martha Beatriz Roque Cabello.
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