Foto: Monarcastro II - Raul Castro Ruz.
Barcelona/ Mambí en A/ Ana Reyes Reyes, residente en la avenida Paquito Rosales No 17 e/ Terminal de Ómnibus y Avenida Camilo Cienfuegos en Manzanillo, Cuba, denuncia:
“Quiero denunciar la injusta sanción a 2 años de prisión de mi hijo José Ramón Ceruto Reyes, que se encontraba sirviendo como recluta en la UM 1688-1011, en Managua, La Habana, cuando ocurrieron los supuestos hechos en que se le acusó de deserción y salida ilegal del país”.
“Según la Sentencia, en los primeros días de abril de 2010 mi hijo se encontraba conversando con los soldados de su batería Eliécer Zambrano Cabrera, Yoskel Nápoles Mendoza y Carlos Valdés Ramírez en un área frente al bloque de aulas, y les manifestó su intención de abandonar el país debido a su insatisfacción por la situación económica, carencias de todo tipo y el sistema político imperante, lo cual fue compartido por sus interlocutores”.
“Esa conversación fue conocida por la jefatura de la Unidad Militar y a partir de ahí comienza un acoso a su persona y se le fabrica una causa, hasta que el 4 de junio de 2010 lo internan en el calabozo de la Unidad y comienzan a interrogarlo constantemente, lo instan a que firme un documento donde lo mostraban casi sentado en un avión con armas incluidas, el cual se niega a firmar. Al cabo de varios días de ese hostigamiento le presentan otro documento menos virulento el cual accedió a firmar”.
“El juicio se celebró el 13 de julio de 2010 y a las 8:30 am trajeron a mi hijo esposado. El Tribunal estuvo integrado por el teniente coronel Fernando Fernández Fernández como presidente y como jueces, el capitán de corbeta Hugo Luis Preval Arkinson y el primer teniente Reinerio Leyva Sánchez. El fiscal actuante fue el teniente coronel Pedro Ponce y los secretarios judiciales Raúl Ferrer Kindelán y Marta Elena Fonseca Carreájal”.
“La abogada, designada por mí, pidió la palabra expresando que no compartía los alegatos de la fiscalía y que en modo alguno su representado ejecutó un plan e instó o instigó la salida de personas por vía ilegal y que solo lo manifestó en un círculo muy cerrado de personas, que incluso lo tildaron de loco. Añadió que tal proceder no era constitutivo de delito ya que solo expresaban ideas y solicitó la total absolución de su defendido. Alegó que se debía tener en cuenta que el acusado solo tenía 20 años de edad, era primario, su conducta era normal y no le constaba sanción por Tribunal alguno.”
“Cuando terminó, el presidente del tribunal, Fernando Fernández Fernández, le dijo a la abogada que parecía mentira que ella fuera una abogada formada por la Revolución y que aunque los hechos no se materializaron, se daban como ejecutados, o sea, que había que sancionarlo”.
“Los soldados con quienes conversó mi hijo declararon contra él en el Tribunal a cambio de continuar normalmente en la Unidad”.
“Es muy posible que cuando salga a relucir este testimonio que hoy he decidido dar a conocer públicamente, se tomen represalias con mi hijo y se le niegue la libertad condicional por segunda vez”.
Informó desde Manzanillo, Cuba, Tania de la Torre Montesinos, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.
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