Barcelona/ Mambí en A/ En el policlínico situado en la calle Cruz Verde entre Martí y San José en Guanabacoa, Cuba, el anciano Pablo Emilio Rodríguez Escobar, de 84 años de edad, recibe oxígeno sin que se le haya suministrado una máscara para el efecto, ya que no había en existencia en el centro médico.
Coincidiendo en el tiempo, Mariela Castro, Eusebio Leal, y quién sabe cuántos más del reducido grupo de privilegiados por la dinastía Castro, se encuentran de gira por el mundo con el dinero que produce el suelo cubano vendido al capital extranjero, el del sudor del obrero cubano oprimido y subyugado bajo el revolucionario sistema esclavista que han implementado durante más de 53 años, y de los que hoy ancianos, que dedicaron toda su vida a un régimen que vilmente les prometió un futuro esplendoroso, descubren el engaño, impotentes y sin fuerza, de una realidad que los asfixia hasta la muerte.
Por Francisco Sau, según información suministrada desde La Habana, Cuba, por la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.
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