Por Francisco Sau Boíx.
La prensa española ha reflejado con marcado énfasis el Consejo de Ministros que se ha efectuado con el fin de anunciar los recortes que desde hace mucho tiempo esperaba todo el pueblo español, los que afectarán directamente al gobierno, ministros y al propio presidente.
Sin embargo, la nota más llamativa y hasta en extremo discordante, ha sido precisamente por la presencia de quien presidió este extraordinario Consejo de Ministros, el Rey Juan Carlos, el más temido por los elefantes, y también en silencio, por los españoles.
No hace falta ser un erudito de las ciencias políticas para percatarse de la triste imagen que ha brindado este extraordinario Consejo de Ministros, cuando presidido por el único "no recortado" (Casa Real inclusive), es su misión fundamental anunciar la ejecución de recortes para toda España, pueblo, políticos, gobierno y hasta presidente. Pero ahí no paró el caciquismo irracional, para hacerlo aún más alarmante, el propio “no recortado”, es decir, “el único excluido” (conjuntamente con toda la Casa REAL) del sacrificio financiero español, pide con voz solemne, que nadie sea excluido del esfuerzo por salvar a España.
Por sus propias declaraciones se podría pensar que el Rey no se considera español, cuando se auto-excluye de la participación en el patriótico esfuerzo por salvar a la nación española.
Pero dejemos que usted, amigo lector, saque sus propias conclusiones, no sin antes sugerirle que cuando alguien le mencione la terminología, “democracia monárquica”, tal vez se esté refiriendo a “caciquismo irracional”.
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