Foto: Marino Murillo.
Por Francisco Sau Boíx.
Barcelona/ Mambí en A/ La hija del vicepresidente cubano, Marino Murillo, ha desertado y presuntamente se encuentra en Tampa, Florida.
La deserción de Glenda Murillo, y de otros hijos de altos funcionarios de Cuba, inclusive de hijos de Comandantes de la Revolución, como es el caso del hijo de Juan Almeida Bosque, que también vive en los EEUU, reafirma la decadencia en que se ha sumido el régimen dictatorial y dinástico de la familia Castro.
De una parte la decadencia política, económica, social y moral; y de la otra, la reafirmación del Status de Dictadura Dinástica para la familia Castro, si se tiene en cuenta el despertar de la conciencia política de la juventud al descubrir que el poder está concentrado en una sola familia, la que no deja opción al pueblo ni para elegir otro presidente, ni para elegir otro partido político.
Foto: Glenda Murillo.
Foto: Glenda Murillo.
Ambas causas fundamentales, están detrás del sentimiento de frustración que impulsa a la deserción a estos jóvenes privilegiados en Cuba.
Pero lo más paradójico de estas deserciones no está precisamente en que sean los hijos de los más poderosos (después de la dinastía Castro por supuesto), sino es que escojan precisamente como lugar de residencia el territorio del enemigo número uno de Cuba, según le enseñaron sus progenitores desde la cuna, el territorio perteneciente al terrible imperialismo yanqui, los EEUU, donde viven en la actualidad con total libertad, y donde de seguro, viendo las elecciones, la oposición partidista, y la totalidad de las libertades aplicadas a la práctica, terminarán por reafirmar a plenitud, el sentimiento de frustración que les produjo el régimen dictatorial y dinástico de la familia Castro.
Foto: Juan Juan Almeida, hijo del Comandante cubano, Juan Almeida Bosque, junto a disidente cubano en huelga de hambre.
Foto: Comandante Juan Almeida Bosque.
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