Barcelona/ Mambí en A/ Adiós a las armas. El gobierno libio ha iniciado este fin de semaena una gran operación para retirar el armamento que circula libremente entre la población.
En Trípoli y Bengasi, las dos mayores ciudades del país, cientos de ciudadanos se acercaron el sábado a los puestos de recogida para entregar voluntariamente pistolas, fusiles, granadas, lanzacohetes e incluso dos tanques que estaban en manos de una tribu local. La primera jornada de la operación transcurrió sin incidentes:
- "Yo he entregado mi arma", decía un vecino de Trípoli. "Quiero que nuestro país sea seguro, quiero libertad y justicia. No quiero ver más armas. Quiero vivir sin ellas. La guerra se acabó, nos libramos del tirano, y se acabó".
Miles de personas aún conservan el "botín" que consiguieron en los asaltos que sufrieron los arsenales del régimen cuando estalló la revuelta contra Gadafi. Muchas de esas armas se han utilizado en enfrentamientos, ajustes de cuentas o actos de delincuencia, y constituyen uno de los mayores peligros para la estabilidad del país.
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