Por Francisco Sau Boíx.
Barcelona/ Mambí en A/ Nelson Miguel Colas Roche, es uno más de los miles de jóvenes cubanos que se encuentra cumpliendo sanción bajo el cargo de "Peligrosidad Social Predelictiva".
Como mismo describe su nombre, Predelictiva, es una sanción que se le aplica a un ciudadano sin haber cometido delito, es decir, se le aplica una sanción por un delito que es seguro que cometerá. ¿Qué delito? Seguramente se preguntará usted, y usted, y todo el mundo, pero esa respuesta solo la pueden dar los órganos de justicia de Cuba, la policía, etc., ellos como superhombres y superdotados, son los únicos capaces de predecir el futuro, inclusive superando a la mejor de las cartománticas gitanas, babalaos, santeros y paleros.
Pero, ¿realmente son superhombres o simplemente es una burda estrategia para obtener mano de obra barata? Esto último parece ser lo más acertado, si se tiene en cuenta por ejemplo que la multinacional IKEA firmó un contrato en el año 1987 con las autoridades cubanas para la producción de sus muebles, para lo que se emplearía mano de obra barata (prisioneros), algo que les permitiría debido al bajo coste de producción, la competencia en el mercado internacional con productos similares.
Un modo de esclavitud, dentro de una sociedad esclavizada.
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