Cruel paradoja

Foto: Rolando Joaquín Guerra Pérez.

Por José Alberto Álvarez Bravo.

Miles de horas dedicadas a informar las verdades que el gobierno cubano oculta con celo, unidas a la seriedad con que sus integrantes realizan su labor, han consolidado la imagen de credibilidad del Centro de Información Hablemos Press, dirigida por el periodista independiente Roberto de Jesús Guerra Pérez. Este prestigioso centro aborda todas las vertientes del acontecer nacional, y su equipo de trabajo desdeña horarios y días de asueto, con el propósito de absorber el enorme torrente de información soslayada por la prensa oficialista.

En razón del reconocimiento que dentro y fuera de Cuba ha alcanzado Hablemos Press, muchas personas no solo de la sociedad civil, sino también del pueblo llano, acuden a plantear los temas que de ninguna manera serían reflejados por los medios gubernamentales. Uno de estos temas es la desaparición de ciudadanos cubanos, en su mayoría como balseros.

El 5 de noviembre de 2012, Magaly Norvis Otero Suarez, periodista de Hablemos Press y esposa de Roberto de Jesús, dio a conocer la desaparición de Rolando Joaquín Guerra Pérez, hermano del director de este Centro de Información, quien según declaración de familiares de sus acompañantes, Gendri Rodríguez Gómez y Pedro Castillo Ravelo, se lanzó a la peligrosa travesía el pasado 31 de octubre.

Después de haber escuchado tantos testimonios de desesperados familiares de desaparecidos, es una cruel paradoja que la familia Guerra Pérez, cuyo abuelo Eutimio Guerra fuera asesinado, según la historia extraoficial por el Che Guevara en la Sierra Maestra en cumplimiento de una orden de Fidel Castro, hoy esté viviendo la amarga experiencia de desconocer la suerte de uno de sus miembros.

Además de los riesgos normales implícitos en esta desesperada travesía, Roberto De Jesús teme una venganza del régimen en su contra, a través de su hermano, por la indoblegable labor que realiza para informar la realidad de Cuba.

Como si no fueran suficientes las decenas de miles de familias cubanas que durante décadas han vivido laceradas por el cruel latigazo de la incertidumbre, cada día nuevas familias se suman a este concierto del sufrimiento, sin que el régimen castrista de muestras de sensibilidad ante este permanente éxodo subrepticio. Los ancianos empoderados solo se interesan en perpetuarse, aunque el pueblo se suicide bajo el síndrome de Hamelin.

Una vez más, la Asociación de Familiares de Cubanos Desaparecidos (AFACUDE), a través de mi persona, hace suyos el dolor de todos los cubanos que sufren por el desconocimiento del paradero de sus seres queridos, ofreciendo nuestra modesta contribución a la difusión, a través de nuestros espacios en Internet, de los casos que nos lo soliciten.