Por Francisco Sau Boíx.
Hace una semana recibí una información desde Cuba sobre la verdadera causa de la muerte de Hugo Chávez. Una información que para algunos pudiera parecer disparatada, sin embargo, para aquellos que han leído y estudiado las intrigas de palacios en la antigua Roma, por ejemplo, les sonará como conocida, solo que en ésta ocasión estamos en el siglo XXI, y los entresijos se desarrollan por personajes vestidos de uniforme militar de color verde olivo.
Después de la desaparición política de la URSS y el campo socialista de la Europa del Este, es conocido por todo el mundo que Cuba y la dinastía Castro quedaron económicamente como un barco a la deriva. Lo que ratifica que el mundo sabe que el sistema socialista es incapaz de alcanzar el desarrollo económico que garantice tan siquiera, la subsistencia del estado. Esta situación en extremo grave, puso en alerta al régimen cubano, quien muy justificadamente se encontraba alarmado ante el descalabro evidente de su poder. Así comenzaron vendiéndole a pedazos el territorio nacional al capital extranjero, humillando así a todos los cubanos con cada territorio cedido a esos capitales foráneos, y negado rotundamente a todo cubano.
La aparición de Hugo Chávez fue el mayor tesoro que jamás haya poseído la ambiciosa y cruel dinastía de Cuba, no solo por la cercanía geográfica y sus riquezas naturales, sino por la posibilidad de utilizar a Venezuela como trampolín para penetrar otros países de América Latina, e intentar convertirla, en lo que representaba toda la Europa del Este. Eso sí, tenían que asegurarse de que ésta vez no se volviese a repetir la dramática situación de quedarse a la deriva, por tanto, esta vez ellos intentarían no ser los remolcados, sino el remolcador.
Hugo Chávez, creyó siempre que la familia Castro eran personas cabales y sinceras, motivos por el cual accedió a cambio de un supuesto apoyo político y moral, a un intercambio económico en extremo desventajoso para el pueblo venezolano. Pero no solo eso, y éste fue su error más grave, permitió así también, la penetración del régimen de Cuba en las principales instituciones venezolanas.
A partir del momento en que el régimen cubano logró su presencia en las principales instituciones de Venezuela, Hugo Chávez, dejó de ser el imprescindible líder, para convertirse en el sustituible líder cuando el momento así lo requiera.
Así entonces sucedió, que cuando el escándalo de los contenedores de alimentos de PDVAL (2009, 2010 y principios de 2011), Hugo Chávez, presionado por su pueblo y la oposición, comenzó a dejar de ser el líder complaciente que Fidel y Raúl habían conocido. Algo que a pesar del disimulo ante el mundo por parte del mandatario venezolano, notaría el régimen cubano con bastante claridad. Fue entonces que en Junio de 2011 le es detectado el cáncer a Chávez.
Aún en las discrepancias económicas, Hugo Chávez, ya enfermo, continuaba confiando en la sinceridad de la familia Castro, motivos por el cual prefería ser atendido en La Habana.
Durante su convalecencia, el régimen cubano se apresura en su proceso injerencista. Las reuniones en La Habana con el gobierno venezolano se hacen más frecuentes. Todo fluye con rapidez. Ahora también tienen la posibilidad de poder designar al futuro presidente de Venezuela, y una vez más, Chávez accedió a una petición de la familia Castro, anunciando públicamente que Nicolás Maduro, ocupase su lugar en caso de su desaparición física, fue en ese momento y sin saberlo, que Hugo Chávez Frías, firmó su sentencia de muerte.
Hugo Chávez, se convirtió en otra víctima más del insaciable apetito de poder de la dinastía Castro.
El 14 de Abril de 2013 el régimen cubano se lo juega todo a una sola carta. De ser electo Nicolás Maduro, Venezuela, lo perdería todo.
En el vídeo a continuación, Dinorah Figuera, diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela, denuncia que Nicolás Maduro condecoró a los médicos que atendieron a Hugo Chávez, los mismos médicos que cumplieron la orden de Raúl Castro.