Por Francisco Sau Boíx.
Barcelona/ Mambí en A/ La iniciativa será debatida el próximo miércoles 24 de abril en la cámara de diputados. Fuerzas políticas contrarias a la presidenta Cristina Fernández, ejercen presión para trabar la aprobación de la controvertida reforma a la justicia.
Organizaciones no gubernamentales a través de internet envían peticiones a 12 diputados que se caracterizan por apoyar unas veces y otras no, los proyectos del oficialismo, con ello buscan lograr que con su respaldo la medida no se convierta en ley.
La citada reforma puede estar encaminada a seguir los pasos marcados por Hugo Chávez, que a su vez siguió los pasos marcados desde La Habana, pasos previos que buscan hacer fuerte al gobierno convirtiéndolo en dictadura, despojando al ciudadano de todo poder y derecho, quedando totalmente a merced de los designios de un pequeño grupo de intocables.
La América Latina debe prestar atención y no permitir que siga extendiéndose éste flagelo que azota al pueblo cubano por más de medio siglo, un sistema que corroe a la sociedad desde adentro, como el cáncer, debilitándola y consumiéndola.
Mucha atención con Colombia, es el próximo objetivo. Juan Manuel Santos se ha convertido en un presidente que no transmite confianza, más bien todo lo contrario. Y ante tanta amenaza e incertidumbre, tantas conversaciones con los terroristas y tan prolongado en el tiempo, sin conseguir tan siquiera frenar las acciones ofensivas por parte de los terroristas, se tiene la sensación de que el presidente de Colombia lejos de retener la democracia, más bien la cederá.
La democracia en Venezuela se debate entre la vida y la muerte después de éste 14 de Abril, donde ha quedado listo para sentencia el establecimiento de un Partido Único y Cero Elecciones Presidenciales, al menos ese es el mensaje que ha enviado el oficialismo. En manos del pueblo venezolano está el revertir el proceso involucionario en que sumió Hugo Chávez al país, y que ahora de manos de Nicolás Maduro, continuará extendiendo sus raíces en detrimento del pueblo venezolano.
Tampoco pueden esperar nada los pueblos latinoamericanos de las organizaciones que se suponen debieran velar por sus derechos, como por ejemplo la OEA, CELAC, etc., las que han pasado de ser inútiles, a ser de gran utilidad para que los dictadores se hagan más fuertes. Un solo ejemplo es suficiente: el caso del dictador Raúl Castro y presidente de Cuba por sucesión dinástica, quien fue nombrado presidente de la CELAC.
La América Latina ha entrado en una espiral de degradación socio-política de la cual solo se puede salir si los pueblos empujan con la fuerza necesaria, quedarse inmóvil será su perdición.
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