Barcelona/ Mambí en A/ Pobreza, sembrados de minas antipersonal, extorsión a transportadores de madera, y silencio, es lo que impera en algunas zonas ribereñas del rio Putumayo en la Frontera entre Colombia y Perú.
El equipo periodístico de Testigo Directo junto a la Armada Nacional de Colombia, recorrió varias veredas donde hay ausencia de Estado y los pobladores son víctimas de la extorsión por parte del grupo terrorista de las FARC.
Claustrofobia, incomunicación con la familia e insomnio, es lo que experimenta una tripulación a bordo de una embarcación que tiene que estar con los ojos bien abiertos para no ser sorprendidos por el enemigo.
Su única y arriesgada misión consiste en brindarle ayuda a la población que habita los alrededores del río Putumayo.
La economía subversiva sigue tomando vuelo en el departamento del Putumayo, los transportadores de madera y las familias de las víctimas que caigan en una mina antipersonal, deben pagarle al grupo terrorista de las FARC entre 400 y 700 mil pesos.
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