Barcelona/ Mambí en A/ Desde el municipio Mella de la provincia de las Tunas, Cuba, llegan informaciones del incremento de la política de desalojos, lo que contrasta con las décadas que la dinastía Castro abandonó la política de construcción de viviendas, además de que tampoco se reparan las existentes.
A éste drama familiar acumulado por varias generaciones, se le suma la esclavitud laboral con los míseros salarios que no alcanzan ni tan siquiera para la alimentación básica.
Los materiales de construcción desaparecidos para el ciudadano común, solo están al alcance de los favorecidos por su posición ante el régimen.
El verdadero proceso involucionario se muestra cada día a la vista de todos, y con todas sus aristas. Los Castro llegaron al poder confiscando todas las propiedades del cubano, le pidió trabajos voluntarios, donaciones, y ahora, despojado de todos sus bienes y sus humildes posesiones, son esclavizados, desalojados, y obligados a ser parias en su propia tierra.
La dinastía Castro, en su desmedida ambición de poder, no ha sentido el mínimo pudor ante el pueblo cubano luego de haberlo despojado de sus bienes y sus derechos, para luego venderselo a la vista de todos, al capital extranjero. No existe en la historia de la humanidad, un pueblo más humillado y ultrajado, y por más de medio siglo, que el pueblo cubano.
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