Barcelona/ Mambí en A/ La violencia contra los activistas de los derechos humanos en Cuba no se limita a la calle, a los espacios públicos. Desde hace muchos años, la dinastía Castro traspasó el umbral que protege a cualquier familia en el mundo, su vivienda.
Cualquier familia en Cuba es vulnerable a ser atacada, reprimida, violentada sin ningúna reparo, y sin ninguna protección judicial y policial, dentro de su propia vivienda. De hecho, y así lo demuestra el vídeo, la policía ampara y protege a los agresores del último reducto de la familia cubana.
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