Barcelona/ Mambí en A/ La jerarquía que manda en Cuba está de plácemes al haber logrado -no se sabe cómo- que se declare a La Habana entre las siete ciudades maravillas del mundo, a pesar de su sistemático afán por arruinarla.
Las vistas que dan algunas ruinas en solo dos municipios, Centro Habana y la Habana Vieja, como la del otrora confortable hotel New York, el bello teatro Campoamor, el banco Núñez, el cine Actualidades y algunas otras destartaladas edificaciones más, no bastan para destacar lo absurdo de esa designación, es necesario poner de relieve aspectos más generales que caractericen la incuria reinante en esta capital.
Obviando condiciones como: recogida de basuras y escombros, viales, transporte y electricidad, que forman parte de las penurias cotidianas; solo la vivienda puede dar una idea amplia aunque incompleta del desastre.
Con 2 millones 117 mil habitantes y 720 mil viviendas, la ciudad tiene un tercio de ellas en regular y mal estado, y a nivel de todo el país casi el 15% de la población vive en construcciones inhabitables.
Ese sector poblacional tiene por consiguiente la más mala situación; no obstante, la peor dentro es la de los que viven en comunidades de tránsito (albergados), construcciones en estado ruinoso y casos sociales, que según se informó (1), ascendían el pasado año a 35 mil 900 aposentos con unos 140 mil habitantes, una aproximación a la población del municipio de Centro Habana.
Esos son los lugares donde se asienta el 7% de las personas, unos 3,92 moradores en cada tugurio, mientras que para toda la ciudad alcanza 2,94 por casa. Según declaraciones oficiales (1), en los últimos dos años se habrán entregado 2 129 apartamentos a personas con más de 20 años albergados. A ese ritmo se tardarán otros 25 años en resolver ese desastre, sin contar con los incrementos, ya que hay 144 mil casas en regular estado, que continuarán deteriorándose por no existir un plan de mantenimiento a las viviendas.
Se puede afirmar como una conclusión, que el ritmo actual de construcciones no da solución a este problema social, ni siquiera a los casos más críticos.
De forma contrastante, según el censo de 2012, había 42 495 viviendas desocupadas en todo el país, de las que una elevada proporción debe estar en La Habana, pero al parecer están reservadas para otros usos.
Una información no muy actualizada del sector hidráulico de la capital (2), indicaba que el 70% de sus 3 158 km de tuberías, estaban en mal estado, y que por esa causa se perdía el 70% del agua bombeada. Había un déficit de 520 mil m3 por día, que perjudicaba a casi un millón cien mil personas, de las que 106 mil recibían el agua por pipas y al resto se les postergaba el ciclo de entrega. No hay noticias de mejoras, por el contrario, todo parece indicar que se ha agravado.
Por su parte el sistema de alcantarillado tiene un peor nivel, ya que fue concebido para 600 mil personas, el 28% de la población actual. En estos momentos no se limpian las alcantarillas y hay lugares en la ciudad, como Miramar en que están totalmente bloqueadas y cuando llueve es necesario que los vehículos tomen atajos, porque hay vías que resultan intransitables.
Designar a La Habana “Ciudad Maravilla” parece una colosal broma digna del día de los inocentes, que se celebra precisamente en el mes de diciembre.
Informó desde La Habana, Cuba, Arnaldo Ramos Lauzurique, Red Cubana de Comunicadores Comunitarios.
(1) Diario Granma, 14 de noviembre de 2014.
(2) Diario Granma, 12 de abril de 2011
(2) Diario Granma, 12 de abril de 2011
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