Barcelona/ Mambí en A/ Alarmante aumento de la brutal represión de la dictadura castrista contra activistas pacíficos. El testimonio aplastante de un niño de 10 años enciende las alarmas sobre los métodos represivos de la dictadura de la dinastía Castro, testigo inocente de cómo funciona una maquinaria infernal dedicada a maltratar y someter a todo un pueblo. Rompen sus libros de estudio, saquean, roban, golpean, amenazan, torturan. Verbos que no pueden ser procesados en ningún caso por un niño, y que los niños cubanos aprenden antes que otros verbos, como trabajar, construir, laborar, labrar.
Pistolas en las cabezas con gritos de amenazas de muerte, cuerpos marcados por golpes lacerantes, contusiones, heridas.
Cada día tienen más razones los activistas defensores de los derechos humanos de Cuba para continuar con su labor, ya no solo llevan las razones en su conocimiento, también la llevan a flor de piel, a la vista de todos.
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