Barcelona/ Mambí en A/ Los ataques subversivos a la infraestructura petrolera en Colombia por parte de los terroristas de las FARC, no solo generan pérdidas económicas en un país cuyas exportaciones dependen en más del 50 % de los hidrocarburos, sino que constituyen una tragedia ambiental silenciosa.
El crudo vertido en uno de estos atentados tiene sin agua potable desde la semana pasada a más de 160.000 personas en la ciudad de Tumaco, en el departamento de Nariño, ya que contaminó el río Mira, del cual se surte el acueducto.
El derramamiento de crudo causa alteración y destrucción de la capa vegetal y del agua, riesgo a la salud, así como afectación a las actividades productivas y de subsistencia, entre otras, sostuvo el Ministerio de Ambiente.
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