Barcelona/ Mambí en A/ Una doctora cubana se ha ganado una gran reputación en Cuba como represora, mucho más que su labor como médico. Así se constata en las múltiples denuncias que realizan los activistas pacíficos cubanos en sus testimonios cada domingo cuando asisten a las marchas convocadas por la campaña "Todos Marchamos".
Uno de los últimos capítulos de la historia de la medicina que más mancharon a tan noble profesión, quizás haya sido el del caso del "doctor muerte" o "Carnicero de Mauthausen", aquel médico nazi que cometió horrendos experimentos y crímenes en el Campo de concentración de Mauthausen-Gusen. Aribert Heim, cultivó su fama haciendo todo lo contrario que debe hacer un médico; y la citada doctora cubana, ya apunta maneras que la señalan como una fuerte candidata para mantener vivo el legado de la anti-medicina, legado que la humanidad creía había desaparecido en el año 1992 con la muerte del "carnicero de Mauthausen".
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