Barcelona/ Mambí en A/ La conversación telefónica entre Luiz Inácio Lula da Silva y la presidenta Dilma Rousseff, pone al descubierto que la presidenta intentó impedir un posible arresto nombrándolo ministro de la Presidencia, agravando así la ya delicada crisis política en Brasil.
Las grabaciones fueron autorizadas por el juez Sergio Moro, que investiga la posible implicación de Lula en el escándalo de corrupción de la petrolera Petrobras y quien decidió levantar el secreto de las escuchas luego de que, tras ser nombrado ministro, el ex jefe de Estado obtuviera fuero privilegiado.
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